¿Anuncia domingo electoral tercera alternancia?
07.06.2016 08:58
Anuncia domingo electoral tercera alternancia?
Jorge Esqueda
Domingo electoral que aún con datos provisionales cuando el Sol comenzaba a rayar este lunes 6, abre la pregunta de si se está perfilando la tercera alternancia en la Presidencia de la República.
Esos datos apuntan a siete gubernaturas para el PAN, de las cuales tres serían en alianza con el PRD (Durango, Quintana Roo y Veracruz), un golpe fuerte al líder priísta Manlio Fabio Beltrones que había vaticinado casi lo opuesto: 9-3 a su favor, donde la más dolorosa sería Veracruz. ¿Valió la pena mantener al gobernador Duarte de Ochoa?
Pese a sus ganancias en asociación con el PAN, el PRD tiene poco que presumir, pues iba en desventaja en Tlaxcala, que se daba casi por suya, mientras que el conjunto de la izquierda (PRD+MORENA) no tenía nada que celebrar después de la desventaja morenista en Zacatecas, donde se le daba como favorito.
En Oaxaca el movimiento magisterial disidente de la CNTE acudió como invitado incómodo, ahora en abierta lucha contra la Reforma Educativa del actual régimen y que no ha logrado parar pese a sus esfuerzos. La fecha electoral tomó a la CNTE a la baja, menos de lo que sus detractores quieren, más de lo que sus seguidores reconocen. Su apuesta por MORENA en Oaxaca muestra que ven ya al mediano plazo e implícitamente aceptan la derrota en la coyuntura. Y de confirmarse la victoria priísta, poco menos que nada habrían de celebrar, aunque la sombra de los tribunales se cierne sobre este proceso.
El segundo gran invitado incómodo que ha estado presente en su ausencia física es el crimen organizado. Es demasiado aventurado decir que el triunfo de este o aquel candidato significan que el crimen organizado se hace de tal o cual entidad. Pero no se puede negar que la infestación criminal entre las policías municipales en muchos lugares del país habla de su presencia y de que hay complicidades hacia arriba. ¿Hasta dónde? Eso es lo que debe exigirse que se conozca, empezando por Veracruz y Tamaulipas, donde el PAN tendrá que mostrar que ahora sí puede, de confirmarse sus victorias, y no repetir la historia calderonista.
En la primera línea de fuego Manlio Fabio Beltrones y Ricardo Anaya como aspirantes a candidatos presidenciales van por caminos divergentes. Si todo sigue como va, Manlio vería caer sus bonos de precandidato presidencial muy cerca de cero, mientras Anaya estaría adquiriendo una gran fuerza para enfrentarse a Margarita Zavala, aunque el gobernador poblano Rafael Moreno Valle también se fortalece por el triunfo en su entidad.
En Veracruz, haiga sido como haiga sido, el PRI se perfilaba a una inédita alternancia a manos de una cuña del mismo palo: Miguel Angel Yunes abanderado del PAN y el PRD. Se trataría del claro mensaje de que el PRI no puede vivir de viejas glorias y tiene que renovarse a fondo si es que quiere recuperar la entidad en 2018 y contribuir a los votos de quien en ese año vaya a ser su candidato presidencial.
El PRD cayó como se preveía pero no con estruendo gracias a sus alianzas con el PAN, mientras MORENA subió pero no como la espuma y solo en la CDMX. La moraleja es clara, dividida, ninguna organización política gana algo.
En la CDMX hay una palabra mágica que la izquierda, entre sí, no conoce: negociación. Los datos iniciales marcan que si se suman los porcentajes de MORENA y PRD, suman 66, tres puntos más que cuando bajo las siglas perredistas ganaron con Miguel Ángel la Jefatura de Gobierno. Y MORENA estaría sumando 22 constituyentes, la quinta parte del total. O se alía o será arrollado.
Además, en la CDMX todo dibuja que sucedió lo que se esperaba, baja participación, alrededor del 28 por ciento, ocho puntos más del 20 por ciento que llegó a temerse, y mayoría morenista. Pero las huestes de Andrés Manuel López Obrador deben de entender que esa mayoría del domingo no les da para ganar la Presidencia en 2018, y que deben de trabajar más, mucho más.
Los resultados de la CDMX dan al menos para otro, triste, comentario: a la ciudadanía no le interesó elegir a quienes se encargarán de concretar su Constitución. Se ratificó que la Constitución parece que solo interesa a los políticos, no a los ciudadanos.
Y hacia el futuro dosañero 2018 se dibuja un improbable bloque PRI-PAN que podría darse si MORENA crece mucho en su estructura, un mucho más probable PRD-PAN si ambos ven a un PRI y un MORENA fuertes, o bien la clásica tripleta de partidos de los últimos años compitiendo en lo individual por la Presidencia, aunque con MORENA en lugar del PRD.
j_esqueda8@hotmail.com

Domingo electoral que aún con datos provisionales cuando el Sol comenzaba a rayar este lunes 6, abre la pregunta de si se está perfilando la tercera alternancia en la Presidencia de la República.
Esos datos apuntan a siete gubernaturas para el PAN, de las cuales tres serían en alianza con el PRD (Durango, Quintana Roo y Veracruz), un golpe fuerte al líder priísta Manlio Fabio Beltrones que había vaticinado casi lo opuesto: 9-3 a su favor, donde la más dolorosa sería Veracruz. ¿Valió la pena mantener al gobernador Duarte de Ochoa?
Pese a sus ganancias en asociación con el PAN, el PRD tiene poco que presumir, pues iba en desventaja en Tlaxcala, que se daba casi por suya, mientras que el conjunto de la izquierda (PRD+MORENA) no tenía nada que celebrar después de la desventaja morenista en Zacatecas, donde se le daba como favorito.
En Oaxaca el movimiento magisterial disidente de la CNTE acudió como invitado incómodo, ahora en abierta lucha contra la Reforma Educativa del actual régimen y que no ha logrado parar pese a sus esfuerzos. La fecha electoral tomó a la CNTE a la baja, menos de lo que sus detractores quieren, más de lo que sus seguidores reconocen. Su apuesta por MORENA en Oaxaca muestra que ven ya al mediano plazo e implícitamente aceptan la derrota en la coyuntura. Y de confirmarse la victoria priísta, poco menos que nada habrían de celebrar, aunque la sombra de los tribunales se cierne sobre este proceso.
El segundo gran invitado incómodo que ha estado presente en su ausencia física es el crimen organizado. Es demasiado aventurado decir que el triunfo de este o aquel candidato significan que el crimen organizado se hace de tal o cual entidad. Pero no se puede negar que la infestación criminal entre las policías municipales en muchos lugares del país habla de su presencia y de que hay complicidades hacia arriba. ¿Hasta dónde? Eso es lo que debe exigirse que se conozca, empezando por Veracruz y Tamaulipas, donde el PAN tendrá que mostrar que ahora sí puede, de confirmarse sus victorias, y no repetir la historia calderonista.
En la primera línea de fuego Manlio Fabio Beltrones y Ricardo Anaya como aspirantes a candidatos presidenciales van por caminos divergentes. Si todo sigue como va, Manlio vería caer sus bonos de precandidato presidencial muy cerca de cero, mientras Anaya estaría adquiriendo una gran fuerza para enfrentarse a Margarita Zavala, aunque el gobernador poblano Rafael Moreno Valle también se fortalece por el triunfo en su entidad.
En Veracruz, haiga sido como haiga sido, el PRI se perfilaba a una inédita alternancia a manos de una cuña del mismo palo: Miguel Angel Yunes abanderado del PAN y el PRD. Se trataría del claro mensaje de que el PRI no puede vivir de viejas glorias y tiene que renovarse a fondo si es que quiere recuperar la entidad en 2018 y contribuir a los votos de quien en ese año vaya a ser su candidato presidencial.
El PRD cayó como se preveía pero no con estruendo gracias a sus alianzas con el PAN, mientras MORENA subió pero no como la espuma y solo en la CDMX. La moraleja es clara, dividida, ninguna organización política gana algo.
En la CDMX hay una palabra mágica que la izquierda, entre sí, no conoce: negociación. Los datos iniciales marcan que si se suman los porcentajes de MORENA y PRD, suman 66, tres puntos más que cuando bajo las siglas perredistas ganaron con Miguel Ángel la Jefatura de Gobierno. Y MORENA estaría sumando 22 constituyentes, la quinta parte del total. O se alía o será arrollado.
Además, en la CDMX todo dibuja que sucedió lo que se esperaba, baja participación, alrededor del 28 por ciento, ocho puntos más del 20 por ciento que llegó a temerse, y mayoría morenista. Pero las huestes de Andrés Manuel López Obrador deben de entender que esa mayoría del domingo no les da para ganar la Presidencia en 2018, y que deben de trabajar más, mucho más.
Los resultados de la CDMX dan al menos para otro, triste, comentario: a la ciudadanía no le interesó elegir a quienes se encargarán de concretar su Constitución. Se ratificó que la Constitución parece que solo interesa a los políticos, no a los ciudadanos.
Y hacia el futuro dosañero 2018 se dibuja un improbable bloque PRI-PAN que podría darse si MORENA crece mucho en su estructura, un mucho más probable PRD-PAN si ambos ven a un PRI y un MORENA fuertes, o bien la clásica tripleta de partidos de los últimos años compitiendo en lo individual por la Presidencia, aunque con MORENA en lugar del PRD.