Ebrard, los partidos y el secuestro de los colores
El ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, se presenta, ahora, con vistosas corbatas anaranjadas. ¿Por qué? Porque el Movimiento Ciudadano se había prestado a hacerlo diputado plurinominal. Y el MC tiene en el narranja, su color oficial.
Todavía hace unos meses, en enero pasado, para ser precisos, Ebrad (quien ha pasado por el PRI, el Partido del Centro Democrático y el PRD, además de haber sido candidato a diputado por el Partido Verde Ecologista de México), se presentaba con corbatas amarillas (características de los perredistas).
Su caso, lejos de ser el único, confirma una situación absolutamente desagradable: partidos, políticos, gobiernos y movimientos como el lésbico-gay, han secuestrado a los colores. Y algo peor: los han ideologizado, para manipular fácilmente a las multitudes.
Dentro de lo malo, este manipuleo de los colores tiene algo bueno: exhibe a los que los usan: su arribismo, oportunismo y cinismo.
Como dirían los azules?: ¿a poco no?