El debate del mando único es sólo un distractor

05.01.2016 14:14
Nuestro país se encuentra en un callejón sin salida. El mando policíaco único no solucionará nada, por sí mismo, debido a la alta capacidad de infiltración que tiene la delincuencia organizada. El mando sectorizado por municipios y estados, tampoco, debido a la misma razón.
 
Hace falta un mando central, sí, depositado en un organismo ajeno a las responsabilidades políticas. Hablamos de la Gaurdia Nacional, que está contemplada en la Constitución Política de nuestro país, pero que es rechazada por la gran mayoría de los partidos y sus politicos. ¿La razón? Les significaría manejar menos presupuesto. 
 
Existen otra razón, que es ajena a nosotros: a los Estados Unidos no les conviene un México en paz, dedicado a restañar sus múltiples heridas y decidido a progresar. La cúpula que gobierna allá no quiere tener a otro Japón al sur de su frontera.
 
El general de División Diplomado de Estado Mayor retirado, Roberto Badillo Martínez, colaborador muy distinguido de Periodismo Libre, propuso la activación de la Guardia Nacional, cuando fue diputado federal a la 60 Legislatura, pero la partidocracia se opuso ello.
 
En El Libro Verde de las Fuerzas Armadas, el general Badillo expone que la Guardia Nacional asumiría las funciones de Seguridad Pública, control de Aduanas, lucha contra el Crimen Organizado, control de Centros de Rehabilitación y de Migración1.
 
El asunto radica en que la mayoría de los políticos desprecia a las Fuerzas Armadas. El general Badillo lo reconoce así en su libro, ya citado:
 
O sea, el asunto entre el desprecio institucional presidencial y el político es de otro tipo. Nace de algo que no se ve, se siente. Nace de su formación en universidades penetradas de masonería o de marxismo, o de las ideas masónicas que flotan en el ambiente en que se desenvuelve desde que es niño, ello los lleva a desconfiar de los militares. Creen que el militar los quiere alejar del poder. Y entonces sus relaciones con los militares son mínimas2.
 
Un poco más adelante, el general Badillo agrega:
 
No es posible que el Pentágono Estadounidense, esté metido en nuestras instituciones superiores, disfrazando su intervencionismo militar de colaboración científica y tecnológica y las Fuerzas Armadas Mexicanas no tengan la menor relación científica, tecnológica y de otro tipo con universidades, politécnicos e instituciones nacionales universitarias3.
 
Conclusión
 
Por todo lo anterior, insistimos en que el del mando único es un falso debate. Para que México pueda salir de este callejón sin salida se necesita, entre otras cosas, que la Seguridad Pública sea conferida a la Guardia Nacional. 
 
La paz constructiva no le conviene a la partidocracia; tampoco, a los Estados Unidos.
 
Como a México se le continuará privando de la Guardia Nacional, mucho tememos que continuarán los asesinatos de presidentes municipales, regidores, empresarios, etcétera...
 
 
 
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1. Roberto Badillo Martínez, El libro verde de las Fuerzas Armadas (México, edición del autor, 2014), 138.
2. Ibid., 146.
3Ibid., 146, 147.