Es falso que la seguridad mejore
El ataque al helicóptero Cougar Mat. 1009, de la Secretaría de la Defensa Nacional, sobre la ruta Casimiro Castillo - Villa Purificación, en el estado de Jalisco, demuestra, tristemente, que es falso que el Gobierno Federal esté doblegando a los nuevos grupos criminales, como el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Duele la muerte de tres militares, y que otros tres, estén desaparecidos.
Duele, igualmente, que 10 elementos más de la Defensa Nacional, y dos policías federales, hayan resultado lesionados.
Lastima hasta lo más profundo del alma, que políticos como los ex presidentes Ernesto Zedillo y Vicente Fox, y el jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, promuevan la legalización de las drogas. Y que diputados y senadores traten de modificar las leyes, en ese sentido.
Querer la legalización de las drogas es traicionar a los militares y marinos honestos; a los policías que no se han corrompido; a los elementos federales, estatales y municipales que han perdido la vida en el cumplimiento de su deber; a sus familias y, en síntesis, a la Nación entera.
¿Por qué?
Por la simple y sencilla razón de que toda droga es dañina para la salud. Lo legal no les quita lo tóxico, como sucede con el tabaco y el alcohol.
No nos vengan, por favor, con que la marihuana tiene efectos curativos. Ese no es el punto. Se puede utilizar en ese tipo de casos, bajo la supervisión de los especialistas.
De lo que se trata es de que las drogas son peligrosas para la salud. Y de que si se llegan a legalizar, entonces los cárteles intensificarán otras actividades criminales, como el secuestro, la trata de personas y la extorsión, para compensar el dinero que recibirá el Cártel gubernamental.
Concluyamos:
1. La delincuencia organizada sigue mantendiendo el control en varias regiones de estados como Tamaulipas, Jalisco y Guerrero.
2. Legalizar las drogas sería traicionar a todos los servidores públicos que han ofrendado sus vidas en aras de preservar a la población de los venenos que trafican los cárteles.
3. Legalizar las drogas sería tanto como entregar a nuestra niñez y juventud a las adicciones.
4. Legalizar las drogas provocaría que los grupos criminales intensificaran otras actividades, como el secuestro y la trata de personas.
5. Legalizar las drogas sería el inicio del fin de los valores mexicanos.