Franja Sur. El PRI rumbo al 2018

14.07.2016 16:33
Los priistas que el vulgo considera prospectos a representar al Revolucionario Institucional en la próxima elección por la gubernatura son al menos cinco de sus cuadros.  
 
Ellos son Jesús Alí de la Torre, ex candidato al gobierno de Tabasco; Georgina Trujillo Zentella, diputada federal; Humberto Mayans Canabal, senador; Benito Neme Sastré, director general de Caminos y Puentes Federales (Capufe) y Candita Gil Jiménez, directora general del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep). 
 
Al momento Jesús Alí y Gina Trujillo suenan como las cartas más fuertes en base a que desde hace un buen rato vienen construyendo abiertamente sus candidaturas. 
 
El ex alcalde de Centro no sólo lo pregona sino que ha logrado realizar amarres antes impensables, con otros cuadros importantes de ese partido y no deja de caminar en colonias y comunidades de los 17 municipios del estado. 
 
La ventaja de Alí sobre sus contrincantes sería que apenas hace cuatro años figuró en las boletas electorales y logró una cantidad nada despreciables de votos que, sin embargo, no le alcanzó para ganar la gubernatura en el 2012, pero mantiene intacta su estructura en el estado.  
 
Entonces, en su hoja política tiene que es ampliamente conocido por el electorado de todo Tabasco, a donde llegó de nuevo a “recoger las varitas”, luego de ausentarse de la entidad algunos meses por irse a trabajar a una de las oficinas de la Sedesol en la Ciudad de México. 
 
Tal situación lo hizo perder reflectores en su estado, pero tras renunciar y corregir ese error, regresó a su tierra con la firmeza de buscar de nuevo la postulación de su partido. 
 
Me atrevo a decir incluso que si a estas alturas el PRI realizara una encuesta interna, no se duda que Alí de la Torre saldría adelante, pero no por obra dela casualidad, sino porque es el priista que está realizando trabajo de campo con empeño y seriedad  con miras a su proyecto. 
 
En síntesis este aspirante les lleva amplia ventaja a sus posibles contrincantes allá en las bases, abajo, a ras de suelo, pero su fragilidad se encuentra arriba, en las cúpulas del PRI nacional, con el grupo del estado de México, donde su relación con el clan Peñista, si no es mala, tampoco es buena.
 
Sin embargo, Gina Trujillo Zentella, la otra fuerte aspirante a enfundarse en la candidatura del PRI en Tabasco, su fortaleza está en las alturas, al más alto nivel, pues no se ignora en esta entidad que su relación con Luis Videgaray Caso, titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y con el resto del equipo Peñista, son estupendas y marchan sobre rieles.
 
Por si con esto no bastara, la asunción de Enrique Ochoa Reza como nuevo jerarca del PRI nacional, vino a afianzar más la aspiración de la diputada federal, en el entendido que se le abren aún más esos canales para cuando la ocasión lo requiera. 
 
Otro factor que abona a favor de la ex presidenta municipal de Centro sería la simpatía con grupos fuertes del poder económico de Tabasco, que la ven con buenos ojos y, su relación de respeto mutuo con el actual gobernador Arturo Núñez Jiménez.   
 
No obstante, donde sus aspiraciones muestran inanición es allá abajo, a ras de suelo, con la gente cara a cara. 
Es cierto, Gina Trujillo tiene grupos de representantes en los 17 municipios del estado, pero no es lo mismo que ella esté cercana a la gente, claro, llevarlo a cabo no se le facilita debido a su responsabilidad de legisladora en la Cámara de Diputados federal.
 
Entonces, mientras Chucho Ali tiene trabajo allá abajo, a Gina le falta. Y, caso contrario, arriba está sobrada la diputada federal y el ex candidato cojea en las alturas. 
 
Mañana continuaremos revisando aspectos en pro y contra de los otros aspirantes del PRI.