Franja Sur. Nuño, adiós candidatura

27.05.2016 12:54
Aurelio Nuño, secretario de Educación, cada vez se echa más la soga al cuello en eso de pretender ser candidato del PRI a la presidencia de México.
 
El papel que está asumiendo en el conflicto con los maestros de la Coordinadora  Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) lo desnudan como un político con escasa sensibilidad social y de pocas tablas para resolver un problema de tal envergadura.
 
Se advertía desde el año pasado que a Nuño el problema de la CNTE le podría hacer crisis en cualquier momento. Ya está instalado ahí, y ahora no sabe cómo resolverlo, más bien sus declaraciones y acciones han agudizado el conflicto. 
 
Además, sus amenazas no se apegan a la realidad. Perecía que era un hombre de mano firme, pero hasta en eso ha mentido. Dijo que serían despedidos todos aquellos maestros que no asistieran a impartir clases por estar en protestas.
 
Anticipó que para ese propósito la secretaría a su cargo tenía 26 mil mentores listos para sustituir a quienes serían despedidos por acumular tres faltas consecutivas. Ahora resulta que los faltistas apenas suman poco más de tres mil maestros, cuando en las protestas se observan a miles de profesores, mucho más que tres mil, protestando en las calles. 
 
Las movilizaciones del magisterio, aglutinado en la CNTE, de los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán son para exigir la abrogación de la reforma educativa, pues alegan que violenta sus derechos laborales. 
 
Ese es el meollo del asunto. Por eso piden una mesa de diálogo con las autoridades educativas para exponer sus argumentos. Pero el secretario Nuño acepta dialogar siempre y cuando no se hable de la reforma. Esto es, “sí, pero no”. 
 
Cito un comentario de Julio Hernández, en su columna Astillero del diario La Jornada: 
“El secretario Nuño se aventó un párrafo de antología: Pedir un diálogo en esas condiciones es buscar no tener un diálogo, y son ellos los que se están cerrando la puerta al diálogo, porque es una puerta que siempre ha estado abierta a partir de que acepten la reforma educativa. Ahí está el detalle pedagógico: un diálogo con las autoridades siempre puede realizarse, pero a partir de que quienes lo pidan hayan renunciado con anterioridad a la materia sobre la cual pretendían dialogar. Sometiditos dialogarán más bonitos, sería la frase en letras de latón inscrita en alguno de los muros de la antesala de los muchos secretarios Nuño que en el mundo del poder abundan”. (Hasta aquí la cita del columnista Julio Hernández).
 
Así, mientras Nuño cantinflea y ofrece un diálogo al puro estilo de la “ley del embudo”, esto es, “para mí lo ancho y para ti lo estrecho", los maestros continúan con sus protestas y la parte oficial con la represión a través de sus granaderos.  
 
El miércoles último se registró un enfrentamiento de tres horas en las calles de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde policías y manifestantes se enfrentaron con piedras, palos, botellas, balas de goma y bombas de gas lacrimógeno. Ese mismo día en la Ciudad de México otro grupo instaló un plantón frente a la secretaría de Gobernación y bloquearon la carretera México-Cuernavaca.  
 
Ayer jueves un contingente más bloqueó durante 10 horas el aeropuerto en la capital de Oaxaca. En Chiapas hubo una marcha para exigir la liberación de siete profesores detenidos durante el zafarrancho, y en medio de todo esto, abogados especializados están presentando amparos ante los despidos de maestros. El problema va para largo. 
 
Una cosa sí es segura, Aurelio Nuño tiene ya un pie fuera de la candidatura presidencial.