Franja Sur. Raúl Ojeda, oficio político
17.06.2016 13:37
Si hay un “apaga fuego” de lujo en el gabinete del gobernador Arturo Núñez Jiménez, ese es el secretario de Gobierno, Raúl Ojeda Zubieta, quien de nuevo demostró que el diálogo es y será todo el tiempo la mejor herramienta para resolver controversias, por muy difícil que parezcan.
Respecto al bloqueo de la carretera Villahermosa-Frontera, muchas voces pedían la represión policiaca, esto es, exigían “garrote con el cliente”, al estilo de los gobiernos de los priistas Roberto Madrazo Pintado y Manuel Andrade Díaz.
Pero se acabó. La historia de los pueblos nos ha demostrado que la violencia genera violencia y que si de un lado hay irracionalidad, del otro debe haber sensatez, es decir, civilidad, voluntad y entrega para el manejo de situaciones críticas, sobre todo cuando se es gobierno.
De este modo, a través de la prudencia, de años de oficio político, el secretario de Gobierno Raúl Ojeda Zubieta logró destrabar el conflicto magisterial y terminar con seis días de bloqueos a la carretera federal.
Sin duda alguna, es de los pocos funcionarios que tiene mano izquierda en el gobierno perredista y se ha convertido en el mejor activo político en el equipo del gobernador Arturo Núñez Jiménez.
No es la primera vez que Ojeda Zubieta recurre a la cordura a fin de conciliar problemas en el estado de Tabasco. Su habilidad la demostró en aquella rebelión de la policía estatal en septiembre de 2013, quienes demandaban la renuncia del entonces director Audomaro Martínez.
El funcionario fue a dialogar con los airados inconformes hasta las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública y, a raíz de ese encuentro, se firmó una minuta que terminó con el problema.
Otra medalla que se colgó el secretario de Gobierno, sucedió cuando alcanzó a conciliar la protesta magisterial, aquella que encabezó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Se recordará que a finales del mes de febrero de 2013 alrededor de 4 mil maestros de la SNTE (con S), llevaron a cabo un paro indefinido y realizaron una marcha para exigir la destitución del entonces secretario de Educación estatal, Rodolfo Lara Lagunas. La protesta dejó sin clases a unos 600 mil alumnos de preescolar, primaria y secundaria en los 17 municipios del estado.
En aquella fecha, en una reunión con el gobernador, varios funcionarios del gabinete estatal propusieron a Núñez Jiménez usar la fuerza pública para reprimir a los mentores. Menos Ojeda, quien dijo en ese encuentro que “había carnita” para buscar el diálogo.
Más de uno de los funcionarios salió molesto, porque Núñez desechó la sugerencia de la represión y escuchó al secretario de Gobierno, por lo que se optó por el diálogo en vez del garrote.
Incluso, para la historia política de Tabasco quedó grabado un hecho insólito en esa asonada magisterial. Aquel lunes 25 de febrero de 2013, durante la manifestación, Ojeda Zubieta salió a la plaza de armas a escuchar de viva voz a los furiosos inconformes. Frente a frente les reiteró que la administración estatal estaba dispuesta a solucionar los problemas. Se iniciaron las negociaciones y concluyó el conflicto.
Desde luego, el hecho de que siempre saca las castañas del fuego para garantizar la gobernabilidad, le ha generado celos dentro del mismo gabinete al secretario de Gobierno, pues quienes envidian su puesto, quisieran verlo fracasar, pero Raúl Ojeda le ha cumplido al gobernador Núñez Jiménez, y a Tabasco. Ese es el asunto. Pero hasta del perverso “fuego amigo”, ha salido ileso el funcionario.
La cierto es que los resultados ahí están, y lo bueno de todo es que de nuevo triunfo el diálogo. Hoy, el gobierno de Tabasco es ejemplo en el país para el gobierno federal, que no ha podido o no ha tenido la voluntad para sentarse a dialogar con los maestros de la CNTE.