Franja Sur. SEP-CNTE: contraposiciones
14.06.2016 12:39
Hasta ayer por la tarde no se vislumbraba solución alguna al conflicto entre el magisterio disidente y el gobierno estatal, y la situación al parecer podría agudizarse ante la posición de las partes en el conflicto.
El panorama se torna aún más difícil, cuando cada uno de los protagonistas alega tener la razón y las posturas sobre la reforma educativa se contraponen, al grado de causar confusión entre padres de familias y la sociedad en su conjunto.
Veamos: los maestros y padres de familia que participan en las movilizaciones aseguran durante sus marchas que con las enmiendas se pretende privatizar la educación en México, y que ahora los padres de familia pagarán cuotas escolares y compraran los libros de textos y, además, costearán el mantenimiento de los planteles y el pago de la intendencia.
Ante ello, el viernes pasado durante una conferencia de prensa en la secretaría de Gobierno, el secretario de Educación Víctor López Cruz explicó que “la reforma educativa quiere mejorar la profesión magisterial, hay que leerla bien, su lectura correcta permite afirmar que no busca privatizar la educación, tampoco cobrar cuotas escolares, ni vender los libros de textos gratuitos, ni que los padres de familia paguen el agua y la luz de las escuelas”.
La parte inconforme da como un hecho que con el examen de evaluación se busca despedir a los maestros, que con esta medida gubernamental perderán sus plazas y, en el mejor de los casos, les extenderán contratos con vigencia de sólo seis meses.
En la misma reunión con comunicadores López Cruz sostuvo que no se pretende despedir a los profesores: por el contrario, la reforma busca apoyar la profesionalización de los maestros y, como ya se ha afirmado antes, busca “conquistar para ellos una nueva dignidad profesional y un mayor reconocimiento social.
“Ahora, con la reforma, los maestros por sus propios méritos, vía evaluación de ingreso, consiguen sus plazas docentes; también, vía evaluación, por sus propios méritos, consiguen sus ascensos y promociones”.
De lado de los mentores, plantean que el gobierno del estado instale una mesa de negociación para revisar punto por punto la reforma educativa para señalar los cambios que afectan sus derechos laborales.
Sin embargo, la Secretaría de Educación alega que ellos no pueden resolver el problema porque no le compete al gobierno estatal, sino al gobierno federal, la promulgación de la reforma educativa.
Víctor López, titular de Educación en el estado, expone en un documento que la reforma educativa es un esfuerzo del estado Mexicano para mejorar el sistema educativo garantizando la calidad de la educación obligatoria de manera que “los materiales y métodos educativos, la organización escolar, la infraestructura educativa y la idoneidad de los docentes y los directivos garanticen al máximo logro de aprendizaje de los educando”.
Los dirigentes de la CNTE afirman que no es una reforma educativa, sino que se trata de “una reforma laboral” que violenta sus derechos como trabajador y conquistas sindicales, con la que se les pretende despojar de sus bases como maestros.
Bien, consignamos algunos segmentos de las dos caras del problema. De este modo, en la controversia cada uno de los involucrados defiende lo que consideran razonable, pero la verdad, la verdad, la inmensa mayoría del pueblo mexicano desconoce a fondo la traída y llevada reforma educativa. Por eso, priva la confusión en torno al conflicto y el pueblo ya no haya a quién creerle.
Por cierto, en temas torales como el de las reformas estructurales, es cuando deberían proceder mecanismos democráticos como el referéndum o plebiscito, a fin de que el pueblo participe en la toma de decisiones. De este modo, el gobierno no se metería en tantos problemas.