Guerrilla, lista para incendiar al país
El gobierno federal debería de saber que su estrategia mediática, si bien ha contenido hasta el momento una escalada guerrillera, carece de la fuerza para neutralizar los afanes violentos de los grupos subversivos, como el EPR, el ERPI y el FULUS.
La táctica subversiva es bien conocida: esperar agazapada, hasta que haya muertos para, en su nombre, "justificar" el alzamiento.
Seguramente, los estrategas del gobierno federal calcularon eso y optaron por diferir, lo más posible, el reconocimiento del multihomicidio de Iguala-Cocula.
La estrategia del "sí, pero no", sin embargo, no durará para siempre. Tarde o temprano -y quisiéramos equivocarnos- tendrán que reconocer el asesinato de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El reciente ataque contra el Palacio de Gobierno de Guerrero, con sede en Chilpancingo, es otro aviso de la guerrilla. Lo mismo intentaron hacer con Palacio Nacional. Así, la subversión responde a la gradualidad mediática del gobierno, con la gradualidad violenta.
La guerrilla, pues, está lista para incendiar al país. ¿Estará listo el gobierno mexicano para desarticular la ofensiva antes de que comience? Y cuando hablamos de "estar listo", nos referimos a que esté convencido de que debe dar un golpe de timón, alejándose del modelo neoliberal, empobrecedor e injusto. "Estar listo" no debe interpretarse como prepararse para la represión. Los subversivos quieren eso: que el gobierno mexicano "se enganche" en la violencia. ¿Los altos mandos del sistema político tendrán la sensibilidad necesaria para entenderlo?