Iconografía espectral de ritmos de danza

29.07.2016 21:28

 

Sonaja de Baja California decorada con iconografía triangular y genera sonidos rítmicos constantes

Espectrograma de sonidos rítmicos constantes triangulares de la danza de los Chinos en la Fiesta de Andacollo de Chile

 

Por Roberto Velázquez Cabrera

Esta nota es para anunciar la charla sobre "Iconografía espectral de ritmos de danza", incluida en el programa de la XXI Jornada Académica del Seminario Permanente de Iconografía "La Danza", para impartirse en el Auditorio Fray Andrés de San Miguel del Museo del Carmen, Av. Revolución 4 y 6, Col. San Ángel, C.P. 01000, Delegación Álvaro Obregón, CDMX, el viernes 2 de septiembre a las 11:30.

La charla es para presentar resultados de estudios originales realizados sobre ritmos de varias danzas de origen antiguo que fueron registrados en algunos de los documentos sonoros etnológicos tempranos y del siglo pasado que pudieron examinarse y mostrarse con técnicas de la Antropociencia Sonora, aprovechando el  análisis  espectral para caracterizarlos, utilizando una métrica comparable muy sencilla, con un numero decimal. 

El análisis de segmentos de pistas sonoras se hizo sin incluir factores interpretativos subjetivos en el proceso de estudio, aprovechando programas de computadora para obtener espectrogramas, que son representaciones graficas obtenidas con mapeos matemáticos desde el espacio de tiempo hacia el de las frecuencias, usando las Transformada Rápidas de Fourier. El ritmo de los sonidos de acompañamiento de danzas, que usualmente son de instrumentos llamados membranófonos e idiófonos, como los de percusión, sacudimiento y raspado o frotado, se obtiene contando las lineas verticales del espectrograma, que representan las pulsaciones de los sonidos producidos y mapeados en una ventana espectral de 10 segundos. Si esas pulsaciones se multiplican por 6, se obtiene las pulsaciones por minuto (ppm).

Por ejemplo, en la ventana de 10 segundos del espectrograma en blanco y negro siguiente de una pista de audio de un canto kiliwa tomada del sitio web de la Fonoteca Nacional, se observa que se generan 35 pulsaciones de las líneas grises oscuras verticales de los sonidos de una sonaja de acompañamiento, resultando 210 ppm (35x6) o 3.5 pulsaciones/segundo (35/10). Entre las señales de las pulsaciones se muestra el ruido en gris que generan los golpes de las semillas internas de la sonaja, siendo las más fuertes alrededor de 6 kHz. Las frecuencias del canto se muestran en la parte baja de la grafica espectral.

El ritmo de 210 ppm era muy usado por varior pueblos de origen antiguo. Si 210 ppm se divide entre 3, resulta un ritmo sonoro de 70 ppm, que es cercano al pulso medio normal masculino de 72 ppm. 

El ritmo sonoro de una pieza puede contarse y estimarse usando un reloj o un metrónomo musical, aunque con un espectrograma sus frecuencias sonoras repetidas pueden hasta mostrarse iconográficamente, como en el caso de los sonidos de la sonaja kiliwa, que cubren todo el rango audible y superan los 20 kHz.  En el espectrograma en color de la danza de los Chinos de Chile las frecuencias de las pulsaciones del eje "y" se comprimieron, para mostrar los triangulos repetidos, que son muy similares a los pintados en la sonaja yumana y en otra iconografía antigua y reciente. 

Los casos ejemplificativos analizados se consideran importantes, en parte, porque sirven para mostrar que las pistas sonoras de danzas pueden examinarse formalmente y caracterizar sus ritmos con espectrogramas.

La demanda potencial de estudios similares en muy grande. En la UNESCO han estimado que el patrimonio audiovisual mundial es de cerca de 200 millones de horas, pero se conoce muy poco abiertamente y, menos se ha estudiado formalmente con técnicas científicas. 

En las fonotecas nacionales se resguardan cientos de miles de grabaciones etnológicas esperando ser analizadas formalmente y con profundidad y difundidas con mayor amplitud. Se dispone de grabaciones desde fines del siglo XIX, como las registradas en cilindros de cera por Carl Lumholtz. En la mayoría de las fonotecas se piensa que las pistas sonoras resguardadas sólo siven para ser escuchadas, aunque ya se ha mostrado que pueden caracterizarse y estudiarse formalmente.

Al norte de la frontera de nuestro país también existe una gran cantidad de grabaciones etnológicas que fueron registradas por varios investigadores. Por ejemplo, sólo Edwad S. Curtis registró en cilindros de cera cerca de 10,000 pistas sonoras de 60 tribus de los llamados "american indians", pero no son muy conocidas, ni siquiera por los especialistas. Muchos los ignoran y hasta dicen que "Más vale un indio muerto que vivo". Otros los mantienen encerrados en reservaciones, como prisioneros de guerra, en condiciones muy similares a los de campos de concentración, aunque muchos siguen practicando sus danzas milenarias.

Desde los primeros investigadores que estudiaron manifestaciones musicales con visiones y métodos occidentales, como algunos de la etnomusicología, han estado más interesados en la semiología  de los cantos etnológicos, para tratar de elucubrar y proponer significados, aunque sean muy generales en los mejores casos conocidos, por las dificultades derivadas de la gran cantidad de idiomas de los pueblos originarios y porque mucha letra es poética o porque algunos sonidos son adornos musicales, voces de animales o crípticos para los estudiosos ajenos.

El único etnomusicólogo local que ha sugerido utilizar los “sonogramas” para analizar y transcribir pistas sonoras etnológicas mexicanas fue Arturo Chamorro, como lo hizo Charles Seeger con su equipo llamado "Melograph", pero ya no se aprovecha ese tipo de equipos. Algunos estudiosos, cuando mucho, aspiraban a traducir y trascribir musicalmente los cantos.

Los ritmos de instrumentos de acompañamiento en las danzas no han sido de mucho interés, por considerarlos simples, primitivos, aburridos, monótonos, muy similares o hasta ruido, para los investigadores con gustos melódicos musicales. Por ello, en muchas de las primeras grabaciones se registraron únicamente las voces de los cantos, eliminando los sonidos de acompañamiento.

Los que han escrito sobre el origen de la música occidental dicen que se inició con las primeras escalas greco-latinas del siglo IV, que dieron origen a las melodías musicales, pero nada se sabe de los ritmos de las danzas previas de mayor antigüedad

Las melodias musicales son preferidas por pueblos de climas frios, que viven muy abrigados, porque pueden percibirse y seguirse con el cerebro como una historia y hasta bailarse. Pueblos de climas cálidos, que viven con ropa ligera o casi sin ella, prefieren los ritmos sonoros, que se perciben con todo el cuerpo y son los que se usan en sus danzas. Los cantos se dirigen a la mente y los ritmos sonoros se dirigen a todo el cuerpo. 

En climas cálidos, hasta algunos instrumentos musicales usualmente melódicos como los de cuerdas, se han ejecutado en forma rítmica para poder seguir los pasos de las danzas. Hasta las melodias musicales requieren de un tempo fijo, pero su ritmo no es constante como en las danzas analizadas.

Otros investigadores prefieren describir y estudiar el significado de las fiestas y ceremonias etnológicas y la vestimenta usada. También han representado gráficamente los pasos de algunas danzas, pero no se conocen otras caracterizaciones y análisis formales de sus sonidos de acompañamiento y los efectos especiales de sus ritmos en los seres humanos que los generan y perciben. 

Muchos investigadores dicen que la musica antigua se perdió y no puede saberse nada de ella, ya que ni siquiera se conocen sus representaciones musicales escritas, pero se ha mostrado que algunos ritmos de origen antiguo fueron registrados en pistas sonoras tempranas, anteriores a la fuerte influencia de los medios masivos de comunicación y de otros gustos musicales ajenos impuestos. Varios ritmos  antiguos permanecen en los usos y costumbres de los pueblos originarios, porque son naturales y subsiten en sus genes y pueden ser regenerados naturalmente cuando se practican y es posible analizarlos a partir de sus primeros documentros sonoros registrados.   

Los resultados de los principales estudios ejemplificativos realizados y publicados abiertamente son los siguientes:

  1. Sonidos de una fiesta de los Chinos de Chile. 2012.
  2. Análisis espectral de los sonidos de la danza azteca chichimeca. 2012.
  3. Ritmos monofónicos mexicanos. 2013.
  4. Ritmo rarámuri. 2013.
  5. Ritmos yumanos. 2013.
  6. Ritmo de la danza del venado. Yaqui-pascola. 2014.
  7. Ritmo del raspador rarámuri o sipíraka. 2014.
  8. Grabaciones de Edward S. Curtis. 2014.
  9. Ritmo de un canto selknam. 2014.
  10. Ritmos del Drum Dance. 2014.
  11. War Dance Song. 2014.
  12. Recordings of Edward S. Curtis. 2014.
  13. Ritmo maravilloso. 2014.
  14. Ritmos sonoros monofónicos, sincrónicos o de tempo constante. 2015.
  15. Primeros ritmos culturales. 2015.
  16. Ritmos sonoros paleolíticos. 2015.
  17. Tempo del ritmo yaqui, 2015.
  18. Ritmo huichol (wirikuta). 2016.

Grecas antiguas con líneas repetidas, líneas en zig zag, triangulares, cuadradas, escalonadas, etc., se han considerado como figuras geométricas abstractas o asociadas a fenómenos y movimientos ondulares de animales, como los de serpientes, de olas y a figuras de escaleras o montañas, aunque son semejantes a la iconografía espectral de los sonidos rítmicos constantes de origen milenario. Los sonidos de la danza, cuando se grafican en el espacio de las frecuancias son muy similares a las grecas decorativas de los instrumentos que los generan, como las de algunos tambores y sonajas de origen antiguo. Las grecas repetidas antiguas son ritmicas y hasta su dibujo y pintado manual son rítmicos.

Líneas repetidas de la iconografía antigua son muy similares a las señales verticales repetidas de los sonidos rítmicos de danzas, que aparecen en los espectrogramas de sus sonidos de acompañamiento. Las líneas repetidas, también son similares a las usadas en los primeros sistemas creados para contar.

En los estudios realizados se encontró que los sonidos monofónicos de instrumentos de acompañamiento de danzas analizados se generan con un tempo  de ritmo constante en el rango más bajo, entre 1 y 4 pps o entre 60 y 240 ppm. Muchos de ellos son múltiplos del ritmo de la parte media del rango del latido normal del corazón humano (50 - 100, en reposo), multiplicado por 1, 2, 3 o 4.

Sólo en las piezas de danzas que incluyen sonidos del raspador o frotador, de algunas comunidades del Noroeste (como el Tempo del ritmo yaqui, el Ritmo de la Danza del Venado de los Yaqui-Pascola y la Sipirika de los raramuris) el ritmo es de 8 pps o 240 ppm, pero no se danza a esa velocidad, ya que no puede seguirse con los pies y las piernas del danzante, a más de la mitad de esa velocidad o como máximo a 240 ppm, con un ritmo múltiplo del latido del corazón. Ese ritmo se ha utilizado en danzas mexicanas fuertes como la llamada Azteca Chichimeca.

Los ritmos sonoros de instrumentos grandes de acompañamiento de danzas, como tambores y sonajas, no pueden ejecutarse bien rítmicamente a más de 4 pps. Se han generado algunos ritmos sonoros más rápidos con instrumentos pequeños, que han sido usados en ejercicios de meditación y procesos de sanación, pero tampoco pueden danzarse

También se encontró que todos los ritmos naturales de los humanos, cuando realizaban o realizan, actividades, movimientos o trabajos repetitivos con una frecuencia constante, se generan dentro del mismo rango sonoro del tempo llamado Delta (hasta 4 pps) de las danzas analizadas, como: caminar, trotar, marchar, correr, nadar, martillar, aserrar, machetear, hachear, moler, cepillar, raspar, lijar, pulir, bruñir, maquear, tortear, molcajetear, desgranar y muchos otros. Ese rango del ritmo natural constante está determinado y condicionado por las dimensiones y capacidades de sus miembros usados, como las piernas, los brazos y las manos humanas. 

Un ejemplo de que los trabajos pueden ser rítmicos es el de los lapidarios antiguos. El proceso lapidario manual de lijado y pulido es repetitivo con un ritmo constante en el rango Delta (menor a 4 pps) y sus sonidos, generan efectos especiales, como el de percibir un menor tiempo en sus procesos que el de la duración real, como ya se ha comentado en informes de estudios anteriores, como el del Mosaico de teselas de ópalos mexicanos Ejercicios de pulido lapidario de obsidiana.

El timbre de los sonidos del raspado varía, al usar las lijas gruesas, medias y finas, así como del material abrasivo usado y el trabajado. Los lijados con granos abrasivos gruesos generan sonidos ruidosos graves y los finos son de frecuencias mayores.

En los trabajos la[pdarios mecanizados, el ritmo desaparece, porque los procesos y los sonidos ruidosos generados son continuos.

Los sonidos lapidarios manuales son como los de cientos o miles de microlasqueados de los granos abrasivos, que chocan contra las protuberancias que se desprenden de la superficie del material lijado o pulido. 

Un ritmo bajo del latido normal del corazón humano, de 1 pps o 60 ppm, se encontró inicialmente en danzas de origen antiguo, como la de los Chinos de Chile y se sigue en muchas marchas militares. Ese latido del corazón humano en realidad es bifónico, de 2 pps o 120 ppm. Sus sonidos se generan por las válvulas de estrada y salida de la sangre. Ese ritmo sonoro se encontró en uno de los últimos cantos selknam de la Tierra del Fuego.

El ritmo natural humano de 2 ppm es cercano al promedio que se genera cuando golpeamos con un dedo o una mano en forma repetitiva sobre la superficie de un objeto plano, como una mesa.

Algo adicional muy interesante comentado en estudios realizados es que esos ritmos naturales y los sonoros tempranos analizados pueden generar frecuencias eléctricas infrasónicas en el cerebro, en el mismo rango más bajo Delta. Lo más relevante derivado de ello es que esos sonidos pueden generar efectos especiales en los que los escuchan por tiempos prolongados. Esos efectos se han considerado divinos o mágicos, pero son relativos a los humanos. 

Se cree que los efectos especiales generados son cruzados. Por una parte, la frecuencia infrasónica del sonido en el rango Delta induce en el cerebro un estado de sueño profundo y de mínimo gasto de energía y, por otra, al poder reforzar el ritmo del corazón con ondas sonoras fuertes de un múltiplo del rango normal de su latido, aumenta la circulación de la sangre en todo el cuerpo, lo que puede alimentar y oxigenar mejor todas sus células. Un efecto especial probado es que los danzantes no se cansan pronto y entran en un estado alterado en poco tiempo. La percepcion del tiempo trascurrido en la actividad disminuye. Esos efectos pueden ser la causa que los ritmos sonoros se hayan mantenido por milenios en algunas danzas de origen antiguo.

Fue muy interesante encontrar que ritmos sonoros similares aun son generados en comunidades cercanas a las costas del Océano Pacífico, aunque sus pueblos originarios hayan vivido muy alejados en el tiempo y en distancia, desde el extremo sur de nuestro continente hasta el otro extremo norte y hacia el oeste llegando hasta Siberia. Los ritmos sonoros y su amor y veneración por la tierra es lo que más une a esos pueblos originarios. Todo lo demás cultural y social los divide, separa o diferencia, como los sistemas políticos, económicos, legales, religiosos, militares y hasta los idiomas y las fronteras que fueron impuestas desde la invación y colonización.

Esa relación rítmica humana encontrada es muy importante, ya que no se conocen otros datos, manifestaciones, representaciones, objetos arqueológicos o antropológicos compartidos que muestren una relación o comunicación semejante entre los pueblos de origen antiguo de esa gran región. Sin embargo, ya se publicó una relación similar basada en el estudio de los genomas de pueblos cercanos a esas mismas costas.

Ritmos sonoros de danzas de pueblos de otras zonas son complejos y hasta pueden ser múltiples y de frecuencia variable en el tiempo, como muchos originarios de África, pero no se han caracterizado, analizado y comparado formalmente.

Ya se presentó otra charla de iconografía espectral similar sobre “Fauna Sonora Anuros Mayas” en la X Jornada Académica sobre “Iconografía de la fauna”, de 2005. Los cantos repetitivos de los anuros y sus modelos antiguos y experimentales, como los sonidos de las ranas cantadoras hechas de arcilla, también pueden tener un tempo con un ritmo constante menor a 4 pps. Es interesante comentar  que otros seres biológicos de la fauna también generan sonidos con un ritmo constante bajo, como los grillos y los patos.

Algo adicional muy interesante comentado en estudios realizados es que esos ritmos naturales y los sonoros tempranos analizados pueden generar frecuencias eléctricas infrasónicas en el cerebro, en el mismo rango más bajo Delta. Lo más relevante derivado es que esos sonidos pueden generar efectos especiales en los que los escuchan por tiempos prolongados.
En experimentos controlados se ha encontrado que a sus oyentes les altera la percepción del tiempo. Generalmente, creen que los sonidos se produjeron durante un menor tiempo al real. 
Se cree que los efectos especiales generados son cruzados. Por una parte, la frecuencia infrasónica del sonido en el rango Delta induce en el cerebro un estado de sueño profundo y de mínimo gasto de energía y, por otra, al poder reforzar el ritmo del corazón con el ritmo sonoro de un múltiplo dentro del rango normal de su latido, aumenta la circulación de la sangre en todo el cuerpo, lo que alimenta y oxigena mejor todas sus células.
Resultados de los informes de estudios realizados y disponibles abiertamente en la lista de tlapitzalli pueden mostrarse en la charla y hasta trasmitirla en vivo, utilizando algun sistema probado como Periscope, si existe servicio de Internet en el Auditorio Fray Andrés de San Miguel del Museo del Carmen, pero no he podido hacerlo en ningun museo.
 
La charla ya fue anunciada en un primer video breve con Periscope como Ritmos de danzas y en un segundo video.
 
La Los interesados que no puedan asistir a la charla, pueden ver y escuchat un video abierto, que fue grabado, editado y subido a Youtube, con algo del tema, sobre ritmos de los yumanos. Es de 14 minutos. 
 
La charla se auncia en el sitio de Periodismo Libre, de Jorge Santa Cruz, porque es el único de noticias que tiene una sección sore Sonidos Mexicanos. Esta nota es la más visitada del sitio, en el mes de agosto de 2016.
 

El programa del Foro sobre "La Danza" es el siguiente: 

Informes

Dirección de Etnología y Antropología Social

Beatriz Barba

Coordinadora del Seminario Permanente de Iconografía

Tel. 56611020

bbarba.deas@inah.gob.mx