Incidentes negativos sobre resonadores mexicanos

10.04.2016 10:58

Ilmenita sonora olmeca

 

Por Roberto Velázquez Cabrera

En varias ocasiones, Felipe de Jesús  Flores Dorantes [1], profesor de la Subdirección de la Fonoteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ha intentado menospreciar estudios del suscrito sobre resonadores de viento antiguos y ha emitido comentarios inútiles y descalificativos, sin proporcionar argumentos lógicos o sustentos incuestionables y hasta mencionando mentiras. Sus opiniones no tendrían ninguna importancia y hasta podrían ser ignoradas, si no se dieran como el “experto” del organismo en “instrumentos musicales prehispánicos” y encargado del "Proyecto de Canto, Danza y Música Precortesiana".

El primer incidente, surgió en una charla conjunta, para exponer el primer estudio formal realizado con técnicas científicas de análisis de sonidos y con modelos experimentales, del Análisis virtual de la Tlapitzalzintli (flautita) mexica 130, de 1999, en el auditorio del Conservatorio Nacional de Música. Él ocupó casi todo el tiempo, comentando generalidades sobre fotos proyectadas de muchos “instrumentos musicales prehispánicos", como hacen otros de sus colegas, desde el siglo pasado. A Gonzalo Alejandro Sánchez Santiago y a mí, nos dejó sólo 10 minutos, sin siquiera poder proyectar las láminas de la presentación de la flautita, porque dijeron que no disponían del equipo necesario.

El segundo incidente, ocurrió en la primera conferencia sobre el Aerófono de Piedra negra, de 2000. Habiendo enviado la invitación de la charla a las autoridades del INAH, como lo he hecho en todas las impartidas, Flores asistió a ella. Algunas de sus opiniones relacionadas con el Ingeniero José Luis Franco y el Aerófono de piedra negra, se originaron por su desconocimiento de esa pieza y del estudio del suscrito. En ellos se reconocen los estudios pioneros de Franco sobre “aerófonos de muelle de aire”. En la Carta a Felipe Flores Dorantes y su Anexo, con copia a sus principales autoridades del INAH, se incluyeron los comentarios del suscrito, porque en la charla no había tiempo para contestarle.

Sus opiniones no tienen fundamento sólido y se constató que es cuestionable su capacidad para analizar bien resonadores de viento antiguos. Un ejemplo de ello son los errores metodológicos de uno de sus estudios publicados en la Colección Científica del INAH, que se detallan en el Análisis virtual de silbatos mayas, de 2000.

El tercer incidente, fueron los comentarios descalificativos emitidos sobre el escrito de los Sonidos Mexicanos Prohibidos y Abandonados, de 2012 que fue rechazado para su publicación en una revista organizada por la Dirección de Estudios Arqueológicos del INAH, en 2014, aunque incluye comentarios sobre los dos únicos artefactos sonoros que se han analizado en laboratorios científicos, la Ilmenita sonora olmeca — cuya tesis también ha sido prohibida —  y la Flauta preciosa 5-Sol-Vida. La inconformidad del suscrito con el rechazo, fue porque no se proporcionaron argumentos y fundamentos lógicos en el dictamen usado para rechazarlo.

Los últimos comentarios tontos y descalificativos de Flores y la respuesta breve del suscrito, ocurrieron durante la sesión de preguntas y respuestas de la charla sobre la Ilmenita sonora olmeca (de la foto) en el hermoso Museo del Palacio de Bellas (MPBA), el 5 de abril de 2016. Se registraron con mi grabadora portátil en un archivo mp3. También fueron grabados en video, por personal de MPBA y en audio por el Ingeniero de sonidos de la Fonoteca Nacional.

No se hicieron otros comentarios de mayor detalle, porque tampoco había tiempo para ello, pero aquí pueden incluirse algunos básicos. 

Parece que no pudo ver las láminas ni escuchar los comentarios de la presentación, en los que se mostraron evidencias que contradicen sus comentarios mentirosos:

Dijo que José Luis Franco y Otto Shondübe hicieron antes estudios sobre los resonadores presentados, pero desde mediados del siglo pasado he construido y usado el Ehecachichtli de metal, que fue comentado brevemente en la charla. Ellos no pudieron conocer y estudiar la ilmenita también mostrada en la charla y que fue encontrada casualmente en 1999, porque sus artículos relacionados fueron publicados mucho antes, en 1962, 1971 y 1986. Tampoco pudieron conocer las piezas similares de ilmenita perforada que fueron rescatadas en gran cantidad (~ 140,000 o 4 ton) en San Lorenzo, Veracruz, ya que su descubrimiento fue publicado hasta 1992, en la revista de Arqueología. Nueva Época, del INAH.

En la charla se mostró que aun ahora, ni siquiera los que recuperaron y reguardan las ilmenitas perforadas han reconocido sus propiedades sonoras. Muchas de las rescatadas ni siquiera se conocen públicamente. Dicen que se encuentran encostaladas en el sótano del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, desde hace cerca de 25 años, y no se han estudiado con profundidad ni difundido con amplitud, como se ordena en las Disposiciones Reglamentarias para la Investigación Arqueológica en México.

Unos especialistas que registran piezas arqueológicas en el INAH, no pudieron reconocer como objetos arqueológicos, cerca de 300 piezas similares de una colección privada.

En el siglo pasado, los investigadores tampoco pudieron reconocer otros generadores de ruido bucales que he analizado y publicado, como el Totó de mármol de 2004 y uno de roca gris, de 2007, de San Juan Raya, Puebla, así como otro de roca de La Cruz, de San Juan del Rio, Querétaro, de 2007, y varios que se incluyen en la tesis prohibida de la Ilmenita sonora olmeca

Parece que Flores tampoco conoce los estudios sobre las trompetas mayas del suscrito, de 2002, que fueron analizadas con modelos experimentales. Dijo que la trompeta presentada en la charla no es como ellas. El resonador de guaje presentado no es una trompeta, ya que fue adaptado con un generador de ruido, como excitador, para analizar y escuchar su comportamiento sonoro con ese tipo de resonador tubular.

Comentó que yo soy especialista en la acústica, pero nunca he dicho eso, aunque aprovecho esas técnicas científicas como muchas otras. 

Su intento de descalificación sin sustento, sobre los comentarios del estudio acústico del suscrito, aunque pudieron presentarse análisis espectrales de los sonidos y estimaciones de potencia acústica radiada de los artefactos sonoros — además de que no existía tiempo para detallar más los trabajos formales  realizados en los últimos 15 años, en la presentación de 12 minutos —, contrasta con las invitaciones recibidas para presentar conferencias en los mejores foros nacionales e internacionales de verdaderos especialistas en acústica. En ellos, se incluyeron resultados de estudios de algunos generadores de ruido mexicano, desde 2000 hasta 2015, y cuyos informes pueden consultarse abiertamente:

·         Análisis Acústicos de Artefactos Sonoros de Viento del México Antiguo

·         Análisis virtual de silbatos mayas

·         ¿Un aerófono mágico del inframundo olmeca?

·         Ranas de barro de Yaxchilan

·         Mexican noise generators

·         Análisis virtual de trompetas mayas. Caso1. Hom-Tahs de Bonampak

·         Flauta preciosa 5-Sol-Vida

·         Resonadores con mirliton, Flauta preciosa Mexicana y Silbato de la muerte

·         War dance song

·         Silbato de la muerte cremado, en Guerrero

·         Ilmenita sonora olmeca. Tesis prohibida

·         Death whistle cremated

 

También me invitaron a organizar las dos primeras y únicas sesiones iberoamericanas conocidas sobre acústica de artefactos sonoros antiguos: la primera fue en 2002 y la segunda en 2010, realizadas con éxito, ya que fueron bien recibidas en Cancún.

Es muy difícil que el profesor Flores pueda ser invitado a un foro internacional de acústica similar importante, como el siguiente de 2020, porque sus organizadores ni siquiera  lo conocen y los que lo conocemos sabemos de sus limitantes.

Lo malo de ese tipo de actitudes negativas y descalificaciones, que ya parecen enfermizas, es que ha incidido en que no se atiendan con plenitud las atribuciones y obligaciones legales de creación del INAH para poder investigar, recrear y difundir el patrimonio de valor antiguo, en materia sonora, ya que son de su mejor especialista conocido. En lugar de ayudar a fomentar esas tareas ordenadas, ha tratado hasta de menospreciar los únicos estudios realizados con profundidad, aprovechando el enfoque de la Arqueociencia sonora.

Los incidentes negativos comentados ejemplifican y justifican las recomendaciones del suscrito, para que se consulte a especialistas capacitados, cuando de autoricen o rechacen proyectos arqueológicos y artículos para su publicación en revistas del INAH, sobre lo sonoro del México Antiguo.

Lo más relevante ocurrido en el MPBA es que la charla y los ejemplos de los ruidos mexicanos generados en vivo (editados sin los comentarios) fueron bien recibidos por el auditorio, que incluyó gran cantidad de jóvenes que se mostraron muy interesados, y por un funcionario y la organizadora, que asistieron al evento. El Director agradeció por escrito la impartición de la conferencia y por el apoyo brindado.

Esos sonidos ruidosos son impresionantes y algunos que generan efectos audibles especiales, no son musicales convencionales como los melódicos o rítmicos, ya que parecen de seres y fenómenos naturales de la selva, de la tierra o de otro mundo, como el del inframundo de la mitología antigua. No se habían presentado en vivo en un evento público, ni en un lugar con la acústica, resonancia, hermosura e importancia del Área de Murales del MPBA.

Esos ejemplos de sonidos ruidosos antiguos muestran con claridad que su característica y distinción principal es su riqueza tímbrica, como muchos otros que se asemejan a sonidos onomatopéyicos o de animales.

Por la importancia del evento, que fue incluido entre las actividades del programa del El Arte de la Música, se ha tratado de ayudar a difundirlo antes, durante y después de realizado. No fue posible transmitirlo en vivo, por falta del servicio de Internet en el Área de Murales del MPBA, aunque pueden darse a conocer otras notas, cuando se tengan las fotos, los videos y el audio que fueron grabados.

Algunos de los modelos experimentales presentados en la charla son obras únicas en el mundo, como una hermosa joya sonora recreada: el Silbato bucal de plata, aunque tengo otras hasta de oro, pero no pudieron presentarse en la charla, porque era riesgoso llevarlas en el transporte público.

Se comentó que modelos de los Generadores de ruido mexicanos pueden tener varios reusos y aplicaciones actuales importantes. Por ejemplo, algunos de mis modelos experimentales ya se han aprovechado por compositores contemporáneos de música moderna de concierto, como Cristina García Islas y Enrico Chapela, que han incluido en sus obras modelos del Silbato de la muerte, de la vida o de aire.

Los incidentes negativos y los desprecios comentados son irrelevantes, si se comparan con los agravios y hasta la falta de respeto y aprecio que han ocurrido, desde hace cinco siglos, al no mostrar con profundidad y amplitud, los ricos y extraordinarios artefactos sonoros rescatados y los muy singulares sonidos provenientes del México Antiguo, que como se ha demostrado, pueden recrearse hasta con modelos experimentales.

Ojalá que un día pueda ser difundido con mayor profundidad y amplitud el milenario, rico, exclusivo e inigualable patrimonio sonoro mexicano. Como las piezas sonoras rescatadas son cientos de miles, hasta podrían llenar las salas de un museo y ser materia de estudio profundo de un centro o unidad de investigación formal. Cuando eso suceda, seguramente serán apreciadas por el público nacional y del extranjero, que ni siquiera las conoce.

Notas.

1.Es maestro y grabador de música. En la página de Investigadores del INAH, no se incluye su información sobre Docencia/Proyectos/Publicaciones/Ponencias/. En las páginas abiertas de la web de Internet, no aparecen estudios formales de él. En Google Books aparecen libros de él, pero no están abiertos y no son recientes, como el de “Organología aplicada a instrumentos musicales prehispánicos: silbatos mayas”, de 1981, que ya fue comentado en el Análisis virtual de silbatos mayas. Se encontraron algunos de sus videos abiertos, como una entrevista sobre Las bandas de viento y otro sobre Conversaciones Musicales. ¿Existe la Música Prehispánica? Comenta muy en general, muchos instrumentos prehispánicos, como lo hacen otros investigadores, y un grupo toca modelos disponibles en el comercio. Opina que aún existe la música prehispánica, pero muy pocos artefactos sonoros mexicanos se utilizan. Los generadores de ruido antiguos, ya no se usan en ceremonias o rituales antiguos.

Tlapitzalli