La barbarie del Ejército Islámico puede incendiar al mundo

16.02.2015 10:40

El autodenominado Ejército Islámico (EI), que instaló un "califato" en parte de Irak y Siria, realizó una decapitación masiva de cristianos, en la costa mediterránea de Libia.

Una ventena de hombres, con overoles de color naranja, similares a los que llevan los presos islámicos que tiene Estados Unidos en Guantánamo, Cuba, fueron sacrificados por el hecho de ser cristianos.

Un terrorista del EI declaró lo siguiente, antes de que se cometiera el crimen: "A todos los cruzados: la seguridad para ustedes son sólo deseos, especialmente si no combaten todos juntos y por lo tanto, les enfrentaremos. Juramos por Alá que el mar en el que ocultaron el cuerpo del jeque Osama Bin Laden se mezclará con la sangre de ustedes. Conquistaremos Roma, con la venia de Alá."

Queda claro, pues, que el EI es una prolongación de Al-Qaeda y que esta red terrorista ha sido utilizada por el poder que gobierna al poder formal de los Estados Unidos, provocar conflictos focalizados (Egipto, Libia, Siria), a fin de justificar nuevas acciones bélicas que concluyan con la instauración de regímenes afines a Estados Unidos e Israel.

Es cierto: la barbarie del Ejército Islámico sólo beneficia a los magnates de la guerra. El problema es que se les puede salir de control y puede incendiar al mundo entero.