La dictadura de la 'Ley'
03.12.2015 13:32
El autor explica cómo logran las castas de poder someter a los mexicanos a una dictadura inflexible, "respetando la ley".
La mayoría de los atropellos que se cometen en México se hace al "amparo" de la Ley. Tanto los de los más encumbrados "servidores públicos", como los de condición más modesta.
Ante el reclamo justo de las víctimas del poder, la respuesta de los abusadores siempre es la misma: "Eso dice la Ley. Yo sólo cumplo con mi deber". Su argumento, en apariencia contundente, se pronuncia con un dejo de falsa decencia y honorabilidad. Luego, con aire retador se agrega: "Si no le gusta, cambie la Ley".
Así, los mexicanos vivimos en una "democracia" que es, en realidad, una dictadura... pero "legal", ¡no faltaba más!
Los procedimientos de los dictadores son muy simples: reciben línea de afuera (la ONU, la Casa Banca, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, etcétera) y luego, imponen las nuevas leyes a los "poderes" legislativo y judicial. Les vale sorbete cualquier razonamiento en contra, por muy bien estructurado que esté.
Eso sí: organizan foros nacionales, regionales y locales para dar una apariencia de "democracia" (como sucederá con el debate para "legalizar" el uso "recreativo" de la marihuana).
Después, impuestas las normas jurídicas por los legisladores agachones, al servicio de los funcionarios en turno, éstos salen a justificar sus acciones diciendo -con aires de falsa honradez- que "sólo están cumpliendo con la Ley".
Lo mismo pasa en los niveles más bajos, como el de los operadres de las grúas particulares que están al servicio de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal. Dichos choferes y los uniformados que les acompañan cometen infinidad de abusos cada día, so pretexto de que sólo están cumpliendo con lo que establece el Reglamento de Tránsito vigente.
El autor de estas líneas ha visto cómo "enganchan" automóviles porque sus tripulates se "tardan mucho" en pagar su cuota al parquímetro. (Sólo que estos aparatos llegan a estar a una o dos cuadras de distancia del "cajón" donde se colocó el vehículo y el pago no puede ser inmediato)
-Oiga, pero me tardé porque fui al parquímetro, que está al otro lado de la cuadra. Tuve que ir y regresar.
-Lo siento. Yo sólo cumplo con lo que dice el Reglamento.
Así, entre la multa y el costo del arrastre, el automovilista es robado con más de 750 pesos.
Les aseguramos que episodios como éste, se repetirán hasta el cansancio a partir de que entre en vigor el nuevo Reglamento de Tránsito del Distrito Federal, que fue impuesto por el actual Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, con la complicidad abyecta de los anteriores diputados locales del PRD y de sus sucesores en la Asamblea Legislativa.
No somos ingenuos: si los de las grúas hacen el gran negocio es porque también existen automovilistas que cometen infracciones que no se pueden justificar.
Pero más allá de eso, digamos simplemente, que algo por ser legal no es bueno, en automático.
Desde el punto de vista de la Ética, toda ley será lícita cuando favorezcan el bien propio y el bien común. Y será legítima, si se apega a la Ley Natural.
Si las leyes suponen cometer crímenes, por muy "legales que sean", serán ilícitas e ilegítimas. Lo malo nunca será bueno, aunque sea "legal".