La Secretaría de la Defensa Nacional debe aportar aún más información, por el bien de México
01.10.2015 08:04
El pasado 9 de septiembre, en este mismo espacio, dijimos que El Ejército debe decir lo que sabe, porque "el Caso Iguala podría derivar en el desprestigio absoluto del Ejército que es la única institución que sostiene a la Patria mexicana. ¿Por qué? Por la simple y sencilla razón de que estorba al establishment de los EUA, que quiere la desaparición de todos los ejércitos latinoamericanos, para sustituirlos con una policía continental, controlada desde Washington. Este tema lo abordé el 29 de marzo de 2014, en mi columna Redes de Poder, de la página especializada Red Financiera Mx, que dirige el periodista Gerardo Flores Ledesma."
Pues bien: la versión del Ejército mexicano ha comenzado a develarse. Hoy, El Universal revela que El Ejército monitoreó 15 horas a normalistas y que "Partes del 27 Batallón de Infantería revelan que el Ejército informó a las policías municipal y estatal del ataque a estudiantes pero estas hicieron caso omiso de los reportes."
La versión fue obtenida por El Universal mediante una solicitud de información, la número 0000700221214, hecha a la Secretaría de la Defensa Nacional, misma que desclasificó el documento.
Por otro lado, La Jornada, en su edición de hoy, destaca como nota principal que Ya declararon ante la PGR militares sobre Ayotzinapa. Agrega que "Les ordenaron buscar a normalistas horas después del ataque". Los testimonios del 27 batallón, precisa dicho periódico, son parte de la versión pública de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Lo difundido por ambos medios mexicanos es importante, pero insuficiente. De entrada, se ve que el Ejército no intervino en la matanza; no se precisa, sin embargo, qué hizo el mando del 27 Batallón de Infantería para tratar de evitarla.
Es cierto que La Jornada publica hoy mismo que la orden a los militares era patrullar sin enfrentar a los estudiantes. También, que Ejército y Marina tenían presencia en ocho sectores de Iguala. La pregunta anterior, pues, sigue vigente.
Conclusión: sería muy conveniente que la Secretaría de la Defensa Nacional diera a conocer toda la información de que dispone -sin afectar la seguridad nacional- para despejar tantas dudas como sea posible, en especial, las siguientes: ¿pudo el comandante del 27 Batallón de Infantería proteger a las víctimas? y ¿estaba dentro de sus facultades legales, hacerlo?
Desde Periodismo Libre insistimos: ninguna Institución, ni el Ejército, está exento de la traición. Pero de eso, a generalizar y decir que el Instituto Armado debe desaparecer -como quiere Washington- para ser suplido por una Policía Intercontinental, dirigida desde los Estados Unidos de "América", hay una enorme diferencia.
Es porque se haga justicia plena, en el caso de los normalistas de Ayotzinapa, pero también por preservar la soberanía nacional (o lo que queda de ella), que el Ejército debe decir todo lo que sabe.