Los secretos de Camacho Solís
La muerte de cualquier ser humano es muy lamentable. Por ello, de entrada, deseamos que el alma del senador del PRD, Víctor Manuel Camacho Solís, descanse en paz.
Por lo demás, sólo diremos que de su trayectoria política hubo dos aspectos con los que nunca estuvimos de acuerdo:
1. La guerra que hizo al candidato presidencial del PRI, Luis Donaldo Colosio.
2. La impunidad con que cobijó a los criminales que mataron, protegidos por las capuchas del EZLN.
Hoy, que este político mexicano franqueó las puertas de la Eternidad, la reflexión es obligada, porque tanto Colosio, como las víctimas de los "zapatistas" no merecían morir como murieron.
No decimos -que se entienda bien- que Camacho Solís haya estado involucrado en el asesinato de Lomas Taurinas, ni que haya propiciado los crímenes cometidos por "Marcos" y su pandilla; pero sí, que ayudó a enrarecer el clima político de finales de 1993 y principios de 1994 y que, por ejemplo, los que mataron y cercenaron a soldados mexicanos en Chiapas, antes del 1 de enero de ese año de 94, nunca hayan sido juzgados por la justicia humana.
¿Por qué actuó así Camacho Solís ante el levantamiento "zapatista", del que se informó en Europa antes de que comenzara? No lo sabemos.
Hoy, se dice que evitó un baño de sangre en Chiapas, pero es apenas un enfoque parcial, porque nunca condenó los asesinatos de soldados y policías perpetrados por los encapuchados. Tan valiosas eran las vidas de los alzados, como las de los uniformados.
Hemos de reconocer que el senador Camacho Solís fue figura clave de la historia reciente de México, de la cual sabía muchos secretos. Descanse en paz.