Madre con botones presionables

09.05.2016 19:24
Por Lourdes Velázquez (*).
 
“No existe la madre  perfecta, pero hay millones de maneras de
ser una buena madre”:  Jill Churchill.
 
Mi querida amiga Pipa, de Toledo, nos compartió al grupo de “Bolos” que tenemos en WhatsApp, un video de cámara escondida con varias entrevistas a niños entre los seis y ocho años de edad, con su mamá.
 
En un cuarto se encuentra un joven de traje, amable y buen mozo, entrevistando a cada niño con su madre. Primero le pregunta a la madre “¿en qué crees que no eres perfecta como madre?”. Luego de recibir respuestas como, “no le dedico suficiente tiempo, soy muy regañona, no le dejo comer dulces, etc.”, le pide que pase a un cubículo que pareciera una máquina mágica.
 
El entrevistador entonces le dice al niño: “tu mamá no nos oye…tengo esta caja con botones de colores y palancas que hace magia. Todo lo que quieras cambiar de tu mamá, al apretar un botón y bajar la palanca, modificará eso en tu madre que está ahí dentro y nunca jamás volverá a hacer eso que no te gusta…”
 
Los niños entusiastas comienzan apretar los botones pidiendo: “…que ya no me haga comer espinacas, que ya no me regañe cuando tiro algo, que juegue más conmigo, etc…”
 
De pronto el entrevistador llama a la madre que salga del cubículo, habiendo sido sustituida, previamente por otra mujer. El entrevistador le dice al pequeño: “¡Aquí está tu madre transformada…!”. La reacción de los niños es única, de verse. Fingiendo consternación entonces se le pregunta al niño: ¿no te gusto lo que salió?.
 
Las respuestas no se hicieron esperar: “¿estás seguro que esta es mi mamá?... ¡Nooo!, quiero a mi mamá normal. El joven entonces sugiere: “pues para regresar a tu mamá de antes, tendrías que volver a picarle a los botones...pero va a regresar como antes… ¿no importa?. Entrando la suplente de nuevo a la máquina, ¡con gran urgencia aprietan todos los botones! Ha de verse la cara de alivio que ponen cuando ven a “su madre perfecta” salir de nuevo.
 
Pensándolo bien, también a mí me habría gustado haber presionado ciertos botones de mi madre.
 
Aunque estoy segura que sin esos botones que actuaron en mi vida, no sería, esta que soy
 
Y no seremos las madres perfectas, porque estas no existen, pero amamos a nuestros hijos con todo el corazón, y creo que ellos aprecian más, el hecho de tener una madre feliz, que una anulada, mal humorada y estresada por querer ser lo imposible…perfecta. Seamos simplemente las mejores madres que podamos ser.
 
Feliz día de las madres pues, a todas esas madres llenas de botones presionables…incluyéndome a mi… 
 
(*) Coordinadora de Investigación y Vinculación. 
Universidad Panamericana, Campus México. 
Centro Interdisciplinario de Bioética de la Facultad de Medicina.