Maestros: entre la vocación y la profesión
01.07.2016 01:24
No todos los profesores egresados de las escuelas normales tienen la misma forma de pensar. Algunos afirman que la profesión está bastante desvirtuada, y expresan su rechazo a la conducta de algunos mientras argumentan defender la profesión.
Después de los conflictos del magisterio derivados de la reforma laboral, la población aspirante a las escuelas normales ha disminuido. Las condiciones actuales no son una invitación a ser maestro, con la garantía anterior de tener un futuro promisorio de bienestar económico garantizado.
Saber que van a competir por una plaza, y que van a tener que presentar exámenes de actualización, es un freno para sus deseos profesionales. Y es que en realidad no todos los aspirantes tienen una verdadera intención o vocación.

Señalan que para su mejor desempeño se requiere de ciertas características de personalidad, además de la vocación.
Por otro lado, el país atraviesa por una crisis educativa precisamente derivada de la falta de dedicación y vocación, y no es mucho lo que puede esperarse de los recién egresados, si su aspiración solo es a tener una plaza en la cual cubrir un horario y cobrar la quincena, repitiendo esta rutina hasta jubilarse y ceder la plaza a sus hijos.
Con esta marcada diferencia de ideas, podemos evidenciar la razón por la que algunos profesores elevan su voz defendiendo al parecer un patrón de conducta que se ha repetido por generaciones, y por qué posible razón algunos jóvenes mexicanos esperan que el empleo, el salario y las prestaciones caigan del cielo, sin esforzarse más que por terminar un ciclo escolar y no volver a tocar un libro.
Y en manos de estos profesionales están nuestros hijos.