México está entre el miedo a la legalidad y el abuso de la autoridad
Digámoslo claro: la sociedad mexicana está indefensa porque, por un lado, las autoridades temen aplicar la ley, debido al costo político que eso les puede acarrear y, por el otro, se valen de ella, para cometer los peores excesos.
Seamos más explícitos:
1. Las autoridades -por lo general- se mueven dentro del cálculo electoral, por lo que benefician a grupos que les dan votos; en esa "lógica" ilógica, se desentienden de la mayoría, que podría premiarlos verdaderamente, a la hora en que es convocada a las urnas.
2. En el otro extremo están los "servidores públicos" que utilizan cargos y fueros para lucrar con el tráfico de influencias y los procedimientos criminales. A ellos, la legalidad les vale un comino.
En esa ambivalencia, la población queda a merced de revoltosos, de corruptos y asesinos. La consecuencia no puede ser otra que la apatía -en el mejor de los casos- o la violencia, que constituye el peor de los escenarios.
La apatía es la mejor aliada de la partidocracia dominante y la violencia, el argumento de los que quieren subordinar a México a dictaduras de corte leninista, stalinista, trotskista o maoísta.
Vistas así las cosas, es menester que los ciudadanos vigilen constante, permanentemente, a sus autoridades, en el marco de la ley, para tratar de obligarlos a que cumplan. No hacerlo, significará, sin más, el contribuir a despeñar a México.