Necesarias, medidas económicas específicas para 2015

15.12.2014 21:42
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) advirtió que las finanzas públicas siguen dependiendo en buena parte del petróleo, "por lo que aun cuando la baja del precio del barril de crudo esté protegido, lo que pase con la plataforma de exportación puede incidir negativamente en los ingresos públicos."
 
En su Análisis Económico Ejecutivo, difundido este lunes, señala que, si bien es cierto que la Ley de Ingresos anticipa un buen desempeño en  la recaudación tributaria para el 2015, "ahora esto podría complicarse debido a que la expectativa de crecimiento de la economía se ha seguido ajustando a la baja, lo que lleva a esperar una recaudación de impuestos no tan robusta por una menor actividad económica, además del efecto que puede representar la precarización del mercado laboral en el consumo de las familias."
 
Ante un escenario así, el Ceesp propone lo siguiente:
 
Si este escenario se materializa, habrá que pensar en acciones que compensen la posible baja en los ingresos presupuestarios. La primera opción posible, podría estar relacionada con el aumento de la carga tributaria, pero esta medida reduciría más el ingreso disponible de empresas y familias y reduciría la demanda agregada, afectando de nuevo el crecimiento de la economía, además las autoridades se comprometieron a no crear nuevos impuestos ni elevar las tasas impositivas hasta finales del sexenio, por lo que podemos concluir que esta, evidentemente no es una alternativa. Otra opción podría ser una ampliación del déficit, que equivale al incremento del nivel de endeudamiento del país y que se percibe como la más probable, toda vez que las autoridades consideran que existe margen para el manejo de más deuda. Sin embargo se debe tener en cuenta que ésta ha crecido de manera importante en los años recientes, propiciando una menor disponibilidad de recurso para el sector privado. Además, existe la posibilidad de que el servicio de la deuda se vea afectado por un posible aumento en las tasas de interés, tanto internas como externas durante el año, lo que implicaría un repunte en el costo financiero del sector público.
 
Evidentemente las opciones no son muy amplias, lo que nos lleva de manera natural a tener que volver la vista al gasto público. Una reingeniería completa del gasto sería lo más apropiado, aunque a estas alturas sería también positivo un ajuste en el gasto corriente y un verdadero esfuerzo para fortalecer la eficiencia en la asignación de los recursos, en especial en materia de inversión fija, que es la que puede tener mayor incidencia en el crecimiento de la economía y en la generación de empleos.
 
La instrumentación de medidas en contra de la corrupción es fundamental para lograr que la asignación de los recursos públicos se conviertan realmente en obras de infraestructura que permitan fortalecer la actividad productiva del país, haciéndola más productiva y competitiva. Hay que tener en consideración que México no se caracteriza por tener una amplia confianza en sus autoridades, de hecho, el World Economic Forum (WEF) nos ubica en el lugar 114 en materia de desvío de recursos públicos.
 
Es importante que el 2015 inicie con medidas específicas para atender todos los problemas que se han magnificado en los últimos meses, que en diversos casos reflejan más problemas estructurales que coyunturales.