NUBES NEGRAS EN LA NOCHE (DE TABASCO)
Por Alissa Nix
Hoy los encabezados de los diarios nos presentan nubes de tormenta… o huracanes.
Uno de los estados más ricos en petróleo del país, en conjunto con el estado de Campeche, amanece hoy cubierto de nubes de lluvia y más oscuro panorama a futuro. La población, petrolera o no, mira con desconfianza y temor lo que sigue del año y tal vez más tiempo, porque la situación económica cada día es más crítica.
Antes de la reforma energética, y ante las suposiciones que se hacían, muchos que no trabajaban en o para el ramo petrolero solían decir “a mí no me afecta lo que hagan con PEMEX, yo no dependo de eso”. Sin embargo, la crisis que generó el conflicto posterior a la reforma, sumado a la aparente deuda que creció más de un 200% en un año, generaron una de las situaciones más graves que se han presentado en el estado en décadas. Muchas empresas privadas, además de los despidos de personal, se están declarando en quiebra y con números rojos. Las compañías que ofrecían servicios a PEMEX están exigiendo pagos atrasados, al mismo tiempo que están despidiendo también a sus empleados.
El circulante es casi inexistente, y considerando la nueva disposición del SAT de examinar los “tarjetazos” para cobrar un impuesto o exigir procedencia del dinero para pagar deudas en tarjetas de crédito, no es fácil decir que hará la población. Y es que muchos tarjeta habientes se declaran insolventes y tratan de renegociar sus deudas porque los intereses y su reducido salario ya no permiten hacer pagables sus cuentas.
Hoy parece un viernes negro y no precisamente comercial, sino por el color de los tiempos que se avecinan, y considerando los encabezados de todos los diarios locales, es más temor que suspenso lo que se siente en el ambiente.
La noticia número uno es el despido masivo de trabajadores de la PARAESTATAL PEMEX (¿aún lo es?). Ya no hay esa tranquilidad que fluía en el ambiente cuando se decía que trabajar en dicha empresa era tan rentable y seguro a futuro como CFE. Ahora los empleados miran con ojos aguzados si realmente el sindicato va a defender sus derechos. Incluso el sindicato se ve envuelto por las mismas turbias nubes.
Por alguna misteriosa razón, el poder no sólo no se sucede, sino que se observan los cambios de persona a persona, pero con el mismo dirigente como “apoyo moral”. Este mes, en vez de celebrarse un aniversario más de la Expropiación Petrolera con un desfile, el proyecto anunciado es una manifestación masiva de trabajadores activos y probablemente también los liquidados y despedidos. Las demandas por despidos injustificados aumentan, sin la posibilidad de logros. Manos hábiles trabajan el aspecto legal, tal vez las mismas que manejan otros asuntos del Estado.
Otro punto es la inseguridad. Ya no es noticia, ahora es casi pánico generalizado todo aspecto relacionado con la violencia y la delincuencia. No hay día que no se reporten asaltos a gasolineras, incluyendo que algunas denuncian hasta tres atracos en un solo día. Esto solo se puede entender si se analiza que la tasa de desempleo va en desesperante aumento, y la necesidad de muchas personas por proveer a sus familias lleva a tomar estas decisiones. No hay trabajo, no hay dinero, pero si hay hambre.
Las mismas gasolineras anuncian que PEMEX ya no provee con suficiente regularidad. Curioso dato ya mencionado por muchos que en un país tan rico en petróleo, no se cuente con refinerías para procesar el crudo y proveer de gasolinas a la población. Por esto mismo, las gasolineras anunciaron que buscaran negociaciones con Exxon y Shell, compañías estadounidenses, para que empiecen a proveer de combustible. ¿A qué precio llegaría al consumidor, considerando los gastos de transporte? ¿O se traería por ductos, los mismos que en cualquier parte del país serían objeto de ordeña y accidentes? La gente de los alrededores de los incidentes generados por la ordeña, culpan a PEMEX, sin embargo, ¿quién acusa a los ladrones de causar averías en las líneas y generar sendos incendios? Realmente hay que ser objetivos, no acusar sin analizar. Es fácil responsabilizar a la empresa de estos eventos, sobre todo cuando se podría observar una clara intención de desprestigiar para hacer disfuncional a la misma.
Misteriosamente, también este día se anuncia que el Congreso local manda a la basura mil 600 decretos y acuerdos que estaban archivados de varias legislaturas. Algunas menciones tan ridículas como “iluminación en días festivos” en el Día Internacional de la Mujer. Y esto no es subestimar a la mujer, sino hacer la observación de que en tiempos de crisis, no se observan prioridades, y que no sólo se supone que sean estas gestiones las más importantes. Es probable que eso sólo sea la paja que cubre el verdadero paquete, que a la vista, ya no se podrá saber. Esto es más que agua turbia sobre el estado, es derrame de aguas negras en la transparencia de la legislación y cuenta pública, sobre todo considerando que este año se aprobaron las cuentas de varios municipios donde por demás se sabe que hubo un considerable saqueo por parte de los ediles. Son cientos o miles de millones de pesos del erario público que han desaparecido, y que al parecer el Congreso ha justificado. Habría que ver no sólo a quienes votaron a favor de estos desfalcos, sino a razón de qué lo han hecho, en detrimento de la economía y legalidad local. Los tabasqueños gritan “¿a dónde van mis impuestos?”, considerando el estado deprimente de carreteras, calles y demás servicios públicos que urge reciban mantenimiento. Pero el Estado exige sin demora el pago de impuestos prediales, refrendos y demás.
Y la política… No cabe duda que esto se ha convertido en un circo. Todos los partidos, primero acusándose de hacer campañas a destiempo, después de gastos excesivos, y la población que ya no cree en falsos discursos, observa cómo se pelean entre sí “por el hueso-estafeta”. Los partidos políticos están sumamente desprestigiados, si se observa que a través de los años no importa quien esté en el poder, porque al final, todos los exgobernadores han dejado cuentas sin aclarar, también aprobadas por el congreso, o huyendo ante desfalcos y fraudes multimillonarios.
Para dar “atole con el dedo”, como siempre, las fiestas tradicionales. El sindicato petrolero celebrando sus “Flores del Petróleo”, que pasearán como en carnaval en el también tradicional desfile del 18 de marzo, y el gobierno adormeciendo a la población, con la “Flor Más Bella de Tabasco”.
¿Qué hará nuestro presidente este año, hará una celebración como los anteriores años y dirá que el petróleo es nuestro?
Al pueblo pan y circo.
Y hace mucho tiempo se espera un nuevo levantamiento, los rumores atemorizan, y el miedo se cierne como pesadilla día y noche sobre la ciudadanía.