Nuestro sistema político se pudrió completamente

01.11.2014 09:23

El sistema politico mexicano es un difunto más. Su soberbia de mantenerse vigente, a base de crimen y corrupción, acabó con él.

La crisis que agobia al país dista mucho de ser casual. Tiene, entre sus causas mediatas, los asesinatos de un cardenal, Juan Jesús Posadas Ocampo (1993), y de dos importantes políticos priistas, Luis Donaldo Colosio y José Francisco Ruiz Massieu (1994).

La trabazón corporativa mafiosa, heredada por los revolucionarios al estilo de Calles y Obregón, no podía dar resultados diferentes. Por ello, ante la falta de legitimidad, se mantuvo a base de asesinatos, amenazas, chantajes y corrupción. 

No deberíamos admirarnos, pues, de la fortuna del ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, y de su esposa, hoy prófugos, luego del crimen de Iguala.

Tampoco, de que un ex secretario de Comunicaciones y Obras Públicas de Michoacán, Desiderio Camacho Garibo, esté detenido por no poder acreditar propiedades con valor de 100 millones de pesos.

El caso de los normalistas desaparecidos obedece a la pudrición del sistema político mexicano. Los constantes asaltos a usuarios del transporte público, igual. El secuestro de atletas en el Ajusco, lo mismo.

Por eso, el Ejecutivo no ejecuta; el legislativo, legisla mal, y el Judicial da palos de ciego, en agravio del derecho natural y del derecho nacional.

¿Oceanografía? Ya dijo Pemex que no sufrió daño patrimonial.

¿Línea 12 del Metro? Recuérdese que su promotor, Marcelo Ebrard, fue premiado como el "mejor alcalde del año". (¿No acaban de premiar al presidente Peña como el Estadista del Año 2014? ¿Y al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, como el Ministro de Finnzas del Año 2014?)

¿Ayotzinapa? 10 mil elementos no pueden encontrar a 43 desaparecidos.

Conclusión: nuestro sistema político se pudrió completamente. Lo peor es que esa infección amenaza con corroer al resto de la sociedad.