Nuevos nombres: Pe-¿mex? y Banco ¿de México?

01.03.2016 14:36
Todos los días vemos y escuchamos a la mayoría de los funcionarios públicos hablar de la grandeza de México.
 
No desperdician oportunidad para salir junto a nuestra enseña nacional. Tampoco, para exaltar sus "esfuerzos" -los de ellos, los "servidores públicos"- por crear un país más "justo" y "equitativo".
 
Pero detrás de tanta palabrería lo que hay es una burla constante. Sí: se burlan de México, de nosotros los mexicanos y de las instituciones.
Demos dos ejemplos:
 
1. Petróleos Mexicanos, que de mexicano tiene ya sólo el nombre. Desde 1982, en que tomó posesión el presidente Miguel de la Madrid (q.e.p.d.) no se le dotó de más refinerías y se le dejó, en cambio, a merced de los funcionarios corruptos y de su sindicato voraz.
 
Se le fue matando lentamente, lo cual ya fue premiado por los petroleros extranjeros. Sí: en tanto que Pemex está a punto de morir, el presidente Peña es felicitado en Houston, Texas, por su "exitosa" reforma energética. ¡Y cómo no! Pues en lugar de limpiar y rescatar a la "empresa productiva del Estado", le recorta recursos para "volverla más competitiva".
 
2. Banco de México, que de mexicano tiene lo que de nacionalista tienen los grandes magnates al estilo Rockefeller: nada. La Nación mexicana no puede disponer de sus reservas porque, desde Salinas de Gortari, para acá las han entregado al Fondo Monetario Internacional y al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
 
Tan delicada es la situación que ambas entidades deberían llamarse Pe-¿mex? y Banco ¿de México?
 
Esta situación duele, y muchísimo. Estos entreguistas y sus compañeros de viaje en las izquierdas deberían, al menos, de abstenerse de rendir honores a nuestra bandera. También, de cantar el himno nacional y de no llevar el escudo nacional en sus solapas.