Periscope vs. opacidad e insuficiente rendición de cuentas
27.02.2016 13:20
La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México está rotundamente equivocada al desautorizar el uso de la aplicación Periscope por parte de funcionarios público.
La CDHCM, que encabeza Perla Gómez, aduce que las transmisiones en vivo de los operativos por parte de funcionarios delegacionales (Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc) "exhiben a personas que hubieran realizado conductas que probablemente constituían una falta administrativa, sin que las autoridades observen las ogligaciones que tienen en materia de protección de datos personales al ser la imagen de una persona un dato personal que la hace identificable por sus rasgos físicos".
Agrega que "si bien algunas de las conductas que se atribuyen a personas son socialmente reprochables y constituyen una infracción cuya sanción se encuentra debidamente establecida en la normatividad, también es importante asentar que con la utilización de la aplicación Periscope se expone a las personas a quienes se exhibe a una violencia innecesaria que se constituye en una sanción adicional no prevista en ninguna ley o normatividad, por lo que se vulneran sus derechos humanos".
La postura de la CDHCM es muy peligrosa, porque con ese criterio legaloide ("una sanción adicional no prevista en ninguna ley o normatividad") está propiciando una mayor anarquía e impunidad. Gracias a Periscope se exhibió a los guaruras del empresario Raúl Libien, quienes agredieron físicamente al City Manager de la Delegación Miguel Hidalgo, Arne Aus den Ruthen Haag.
Sin Periscope, lo más probable es que el abuso del jefe de la Oficina de la Presidencia de la República, Francisco Guzmán, quien negó que sus guaruras hubieran obstruido una acerca e incluso una rampa para personas con discapacidad mientras él se ejercitaba en un gimnasio de la Colonia Anzures. Las camionetas de los guardaespaldas ni siquiera tenían placas.
Al salir, Arne lo vio y pudo preguntarle si las camionetas estaban a su cargo, lo cual negó. Después, a través de Twitter, tuvo que reconocerlo y ofrecer disculpas.
Imagínese al jefe de la Presidencia de la República impidiendo la transmisión en vivo, a través de Periscope, porque según la CDHCM "la aplicación Periscope se expone a las personas a quienes se exhibe a una violencia innecesaria que se constituye en una sanción adicional no prevista en ninguna ley o normatividad, por lo que se vulneran sus derechos humanos".
La Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México está totalmente equiocada. Una vez más se pone del lado de los delincuentes y de los infractores. Hoy, por ejemplo, se sanciona a quien insulte a los policía preventivos o a los agente de tránsitos de la Ciudad de México, pero éstos andan sueltos, con la posibilidad de cometer cuanta tropelía les venga en gana.
Si el Periscope existe, que se utilice al cien por ciento. El mismísimo Presidente de la República ha recurrido a él en actividades de trabajo, ¿por qué no puede hacerlo un funcionario como Arne, durante los operativos?
Y lo que es más: todos los servidores públicos, empezando por policías y personal de las grúas rentadas por la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México deberían de ser monitoreados en vivo para meterlos al orden.
Ahora hablamos de los policías, pero todos los servidores públicos deberían ser vigilados a través de Periscope. Eso evitaría que cometieran actos de corrupción y negligencia.
Periscope debería de ser utilizado como herramienta para la transparencia y rendición de cuentas.