Políticos traidores protegen al narcotráfico
01.10.2016 21:45
Lo dicho este sábado por el secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, nos da una idea de la manera como fueron emboscados los soldados que trasladaban a un presunto delincuente herido a un hospital de Culiacán, Sinaloa:
Durante el traslado, de manera cobarde y ventajosa, nuestros soldados fueron emboscados por otro grupo no contabilizado, de enfermos insanos, bestias criminales, con armas de alto calibre, incendiando dos vehículos militares; seres sin conciencia que basan sus acciones en atemorizar a la gente de bien, que lucran envenenando a nuestros jóvenes y a nuestros niños.
El ataque, vale decir, dejó a cinco militares muertos y a otros diez, heridos, al igual que un paramédico de la Cruz Roja.
Es lógico inferir que hubo soldados que fueron quemados vivos.
Por eso, los calificativos del general secretario, Salvador Cienfuegos.
En otra parte de su discurso, advirtió lo siguiente:
Que quede claro, también: la atención a los delitos que hoy nos enfrentamos en nuestro país, es una responsabilidad compartida entre gobiernos (gobiernos, en plural), la propia sociedad y sus fuerzas armadas.
Al buen entendedor, pues, pocas palabras: hay gobiernos que no están haciendo lo que les toca.
Digámoslo claro: para que la delincuencia organizada tenga la fuerza que tiene, es porque tiene protectores muy podeosos dentro de la estructura de del Estado mexicano.
Esos traidores de cuello blanco son los responsables de la tragedia ocurrida hace unas horas en Culiacán. También, de las tragedias que de manera cotidiana han venido ocurriendo desde -sobre todo- los años 80 del siglo pasado, en nuestro país.
Esos protectores de la delincuencia organizada son los principales beneficiarios del envenenamiento de niños y jóvenes mexicanos.
Ellos, los traidores, son los que operan la legalización de las drogas en México, porque patrocinarían a las empresas ("legales", según ellos) de las cuales seguirían fluyendo los venenos para los mexicanos más indefensos.