Sociedad Punto Cero

26.10.2014 19:49

El represor que quiere ser "defensor del pueblo".

 
Por José Víctor Rodríguez Nájera (*)
 
Sin duda uno de quienes aspiran a presidir la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) tiene el respaldo total del partido en el poder, el PRI, y del propio presidente de la República, Enrique peña Nieto, es el hoy, secretario general de la Cámara de Diputados.
 
Sobre Mauricio Farah Gevara tampoco hay duda del amplio pliego académico que ostenta; licenciado por la UNAM en derecho, maestro en Política y Gobierno por la Universidad de Essex Inglaterra; por lo que se dice, especialista en materia de los derechos humanos y migración.
 
Con esta experiencia, el egresado de la máxima casa de estudios, logró coordinar el Informe especial sobre secuestro de migrantes en la CNDH en pasado años, pero las apariencias pueden engañar, con ayuda de sus amigos priistas.
 
Pero los integrantes del Senado de la República deberán poner a consideración sobre la mesa, hechos alrededor de este singular político, mismo que participa al interior de las decisiones del Estado mexicano, como de instituciones políticas más importantes del país.
 
Hay que recordar que como encargado del recinto de San Lázaro, Farah Gevara palomeó en diciembre de 2012 que se colocara un cerco para impedir el ingreso de quienes consideró una amenaza para seguridad de los legisladores: los profesores disidentes.
 
En aquella ocasión, su decisión no sólo atropelló a los profesores que se manifestaban en contra de la reforma que más tarde se aprobó, sino de vecinos, transeúntes y conductores, a quienes atropelló el mismo cerco policial, ya que les era imposible trasladarse por las vallas metálicas que colocaron primero, particulares, y después policías federales.
 
Esta decisión, también provocó pérdidas irreparables a las actividades económicas de las que viven un ciento de personas en la periferia de la misma Cámara de Diputados, sin contar los atropellos al libre tránsito de empleados y transeúntes que usan las estaciones del metro y metrobús aledañas a esta zona.
 
 
Dentro de su gestión como administrador del recinto parlamentario, resaltan innumerables abusos del personal de resguardo en contra de periodistas. En varias ocasiones se pilló a Víctor Lomelí Cerón golpeando e impidiendo el trabajo de los comunicadores, ocasionando un irreparable daño a la libertad de expresión al interior del Poder Legislativo.
 
Estas agresiones obligaron a los presidentes en turno de la mesa directiva, Ricardo Anaya (PAN), José González Morfín (PAN), así como Silvano Aureoles (PRD), han tenido que ofrecer disculpas a los periodistas y a los medios de comunicación afectados.
 
Ante el conocimiento directo de dichos atropellos, más que actuar en consecuencia, Mauricio Farah Gevara solapó las acciones de los integrantes de la oficina de resguardo, violando la libertad de expresión y de información.
 
En junio pasado, un grupo de manifestantes ingresó hasta el salón de plenos, donde se llevaba a cabo una reunión de Globe Internacional con representantes de más de 80 países.
 
 
Pero al realizar su protesta, el secretario general de la Cámara de Diputados, Maurio Farah, ordenó la su disuasión y la expulsión inmediata de quienes protestaban, incluso a golpes en contra de dos mujeres que las únicas armas que presumían eran sus gritos.
 
 
Las actividades de la CNDH podrían quedar en duda luego de estos antecedentes, si es que Farah Gevara logra ser nombrado como “defensor del pueblo”.
 
Los atropellos continuarán y la colisión entre autoridades y la CNDH se incrementará, aún más a los que se registró la administración de su último ombudsman, la de Raúl Plascencia Villanueva.
 
(*) Periodista mexicano / @JoseVictor_Rdz