Tercera Guerra Mundial

16.11.2015 19:12
  • Echaron a andar al monstruo
  • Yihadistas y agentes pro marihuana se parecen
 
El drama de París no comenzó el 13 de noviembre de 2015, ese drama proviene desde aquel 11 de septiembre de 2001, cuando dos aviones piloteados por islamistas fanáticos derribaron las dos torres del World Trade Center, a sabiendas del presidente George W. Bush, quien estaba al tanto de los mensajes del FBI y la CIA. No supo que echó a andar un monstruo aterrador que hoy pone a temblar a la Tierra entera. 
 
Esa fue y seguirá siendo la traición de Bush, el presidente arbusto. Pero ahora veamos en lo que ha venido a parar el fanatismo del Islam. 
 
No creemos que en el grupo que nos gobierna. La legalización de la marihuana, que el presidente afirma no aceptar, sino repudiarla, nos remite a su homólogo Bush. ¿Por qué el presidente de los Estados Unidos no calibró los informes que le fueron dados? La explicación de su conducta antiética es sencilla: pertenecía a ese núcleo de súper capitalistas que fundaron el Club del Té, o sea el Tea Party, y que manda a placer en cualquier rincón neoliberal para sacar las ganancias que nunca le parecen suficientes, junto con el clan Rockefeller.
 
Lo de la marihuana es un negociazo en el que se han metido no pocos miembros del Islam, y es el problema que mantiene muy ocupados a los políticos de cualquier clase.
 
Estamos de acuerdo en que no nos llena el ojo Enrique Peña Nieto, pero por lo menos aduce que va a mandar el asunto a debate nacional. Nos oponemos a que despenalice la cannabis, aunque nuestra voz sea muy pobre, pero exigimos con todos los derechos que tenemos de nuestra parte por ser mexicanos e hijos de Dios, de la Verdad y de la Razón, que sea utilizada la cannabis para la curación de enfermedades del ser humano.
 
Nosotros somos nacionalistas y por eso queremos ver el control legal de la yerba para que deje de hacer el mal, y por otra parte, se emplee para el bien.
 
Para todos los que predican en contra del alcohol y del tabaco, tienen razón. Pero la marihuana ha sido abusada desde que hay pobres y desigualdad social abismal.
 
Es un signo seguro de cómo la gente se ha retirado de las fuerzas positivas que pueden y quieren salvarla. Son la Fe y la confianza, en Dios, en su Madre Inmaculada, y en el Espíritu Santo.
 
Luz, mucha luz, les hace falta a los señores magistrados, a los jueces, agentes del Ministerio Público y licenciados que actúan -muy mal, por cierto- en el Poder Judicial. Ellos y los yihadistas nos quieren dejar sin Fe y sin defensa. 
 
Si así lo hiciéramos, estaríamos iguales a quienes nos reprueban por creer y rechazar basados en esa creencia y rechazar el mal. Si Fe y sin Dios, nos rebajaríamos a la estatura moral de nuestros opositores y viviríamos peor que animales.
 
Porque ese es un asunto toral: muchos maltratan a las creaturas de Dios porque "son inferiores". No debería extrañarnos que haya personas que gocen con el sufrimiento de los mejores compañeros del hombre.
 
Precisamente una de las causas que han desatado la barbarie contra los cuadrúpedos y aves, se ha activado más desde que el ambiente ha cambiado para empeorar. Se ha observado que los niños maltratados hacen otro tanto con sus mascotas y cualquier peludito que ande por allí paga las consecuencias de su desequilibrio emocional.
 
En suma: el drama de París depende mucho del drama de Nueva York, de derribos de aviones cargados de cientos de pasajeros; de los kamikazes que se hacen explotar en el nombre de Alá, etcétera, etcétera. Los sucesos de París provocaron una reacción ya esperada por los asesinos del Islam. De inmediato se pronunciaron en contra Estados 
Unidos, Rusia, España y un sin fin de naciones. 
 
Nos amenaza un caos total que vendrá a ayudar a los señores como Donald Trump y del Tea Party. ¡A cuidarse conciudadanos y a orar... no hay más!