Tlatlaya: declive social

17.04.2015 00:09

Si es cierto todo lo que dicen los diputados que investigaron el caso Tlatlaya, tendremos la prueba más contundente del colapso social en México.

A la corrupción y a la impunidad dominantes, significará que ya no sólo se les ha añadido el salvajismo de los grupos de la delincuencia organizada, sino que también se ha sumado el rencor y la frustración de algunos elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina-Armada de México.

A la mayoría de los ciudadanos le queda muy claro que los criminales han hecho de todo; que no se han detenido ante ningún argumento humanitario, ético y moral. Poco se sabe, sin embargo, de lo que han hecho a militares. Por lo general, ese tipo de noticias no las difunden ni la Sedena y la Semar.

¿Cuántos soldados y marinos han perdido la vida en el cumplimiento del deber? ¿Cuántos han perdido brazos o piernas? Nadie, entre la población civil, lo sabe con certeza.

No queremos especular, pero sí aportar algún elemento que sirva para explicar el comportamiento criminal de algunos de los militares involucrados en la tragedia de Tlatlaya: ¿quisieron cobrar venganza? 

Reiteramos: de ninguna manera se trata de justificar lo que -según los diputados- pasó el 30 de junio del año pasado, en Tlatlaya. Bueno sería, sin embargo, conocer ampliamente los antecedentes de los soldados inculpados.

Algo, empero, nos queda muy claro: si hay soldados que se rebajan a tanto, es porque la sociedad mexicana va en caída libre, hacia la abyección y la barbarie