Una verdadera revolución educativa
En los tiempos actuales resulta necesario comprender muy bien ¿qué es una Revolución Educativa?, ya que supuestamente estamos viviendo una.
El termino revolución hace referencia a un cambio brusco, violento, radical o drástico, en este caso en la educación. Las revoluciones son consecuencias de procesos históricos y de construcciones colectivas.
En la actualidad dada la situación que guarda la educación mexicana se sientan las condiciones para que pueda emerger una revolución en este ámbito:
- México necesita lograr las metas de cobertura, equidad y calidad en materia de educación y con lo que ha venido haciendo no se está logrando.
- Existen vicios y malas prácticas que deben erradicarse como el caso de la asignación de plazas docentes en Educación Básica.
- Los métodos de enseñanza en los diferentes niveles educativos y en todos los colegios, institutos y universidades deben modernizarse para lograr desarrollar los nuevos enfoques por competencias.
- La evaluación educativa en sus distintas modalidades y alcances sigue siendo un reto que poco a poco se va alcanzando.
- La desvalorización de la figura magisterial no puede continuar.
Y podríamos seguir con una amplia lista interminable.
Una Revolución Educativa debería impactar integralmente a todos los involucrados: autoridades, docentes, estudiantes, planes y programas, políticas, etc.; a todos los niveles y modalidades educativas.
Una Revolución Educativa implica modificar o reformular políticas educativas que vaya encaminadas a lograr la mejora y la proyección futura. Una Revolución Educativa implica transformar el paradigma educativo y por tanto modificar el perfil del estudiante y del educador así como los contenidos curriculares su estructura y forma que toman.
Una Revolución Educativa debe enfocarse para facilitar y aprovechar el medio contextual actual y futuro que implica a las tecnologías, la comunicación, el avance científico y cultural. Una Revolución Educativa debería aspirar a mejorar el bienestar social a partir de formar una sólida base educativa en las personas que les permita la superación y mejora constante.
En mi opinión todos los mexicanos deberíamos aceptar que el camino para un mejor futuro es, sin duda la educación, pero que ésta requiere de un esfuerzo de todos y cada uno. Un pueblo jamás debería ir en contra del cambio y del progreso ya que el coste social será muy grande. Parte del cambio y el enriquecimiento lleva una revisión, una evaluación ¿cómo puede alguien negarse a ser evaluado? ¿Cómo puede alguien negarse a reconocer la importancia de educar o de influir en la educación de otros?
Una Revolución Educativa también alcanza a la cultura, por lo que los medios de información y de comunicación también se verán impactados con sus propuestas. Todo educa: la familia, la comunidad, los medios de comunicación, la escuela.
La revolución podríamos iniciarla en nosotros mismos, siendo más responsables y planteándose metas de mejora cada vez más altas. Sin duda educarse implica esfuerzo, sacrificio, pero todo ello rendirá frutos. Sólo así lograremos mejorar la riqueza cultural, geográfica y económica de nuestro país. Con una mejor educación habrá mejores servicios, más progreso, más ciencia, más y mejor cultura.
Nota: La autora es Catedrática de la Facultad de Educación y Coordinadora Académica del Doctorado en Liderazgo y Dirección de Instituciones de Educación Superior en Universidad Anáhuac México Norte.