Vuelve Hillary
09.09.2015 18:02
Dice el dicho popular “de los males, el menos”; y tal es el caso de Estados Unidos, en sus elecciones presidenciales.
Los aspirantes republicanos van a lidiar con una precandidata que los eclipsa a todos, por su trayectoria y méritos propios; hablamos de Hillary Rodhman Clinton. El republicano Donald Trump, quien ocasionará probables dolores de cabeza a sus similares, queda a la cola de la fila de ansiosos ex gobernadores y senadores, que se sueñan en la Casa Blanca.
No es que seamos admiradores de la señora Hillary Rodham Clinton, lo que pasa es que la lista de candidatos del Partido Republicano nos pareció magra. ¡Vamos!, que como diría el “brillantísimo” ex secretario de Agricultura mexicano, Manuel Bernardo Aguirre: la “caballada está flaca”.
Tampoco es que simpaticemos con el millonario Donald Trump. Ocurre que la señora Clinton (demócrata) tiene muchas tablas, buena presencia y carrera diplomática.
En cambio míster Trump es un rústico fantasioso; y “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”. La popularidad que sorpresivamente ha alcanzado Trump, va de la mano de la rusticidad de sus admiradores.
Su alborozada campaña, que sólo habla de millones de dólares, es sólo un gancho para la clientela, que no alcanza a comprender que sólo le pertenecen a él y que, de ninguna manera, va a compartir (ni un penique), con sus votantes.
Y “él”, Trump, tiene un espíritu tan roñoso que es capaz de ir, con la cabeza gacha, buscando monedas en el suelo.
Los republicanos van a pasar las de Caín si admiten, en su Club del Té (Tea Party), a este espécimen.
Pasemos con el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro: usted, Nicolás, ha de recordar que Simón Bolívar pertenecía al grupo conspirador de la “Güera” Rodríguez. El libertador peleó por todos. Quien escribe estas modestas líneas le pide, a nombre de México, que libere al señor Leopoldo López y que vea en cada venezolano -compatriota suyo- a un hermano mexicano, que no se rinde a la adversidad y, como Bolívar, espada en mano, irrumpe contra el narco.
Por favor, no olvide usted todo el daño que nos han ocasionado en la frontera, los Estados Unidos, y se solidarice con Colombia, en vez de atacarla. En nosotros corre sangre heredada por Bolívar, San Martín, O’Higgins y demás héroes latinoamericanos.