Entrevista exclusiva.
CIUDAD DE MÉXICO, 5 de noviembre de 2015.
La legalización de la marihuana para uso recreativo es un absurdo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero que es parte de un movimiento mundial del liberalismo, del capitalismo, de los "gobiernos progresistas", de Obama, de Londres, etcétera, señala, en Periodismo Libre, el General de División Diplomado de Estado Mayor en retiro, Roberto Badillo Martínez.
"¿Cómo es posible -se pregunta- que la Suprema Corte de Justicia de la Nación se dedique a aprobar o a estudiar la aprobación para legalizar, para efectos recreativos la marihuana, habiendo miles de casos que no sólo la Suprema Corte sino todo el sistema judicial mexicano no atiende?"
Recordó "que en México el 98 por ciento de los delitos (¡98 por ciento de los delitos!), yo no sé si habrá algún país que tenga 99 por ciento; pero en México el 98 por ciento de los delitos que se cometen en el país, no son atendidos por el sistema judicial ¡carísimo, onerosísimo! que tenemos."
Lo que se está haciendo con la marihuana en nuestro país es imitar lo que impuso José Mujica, cuando fue presidente de Uruguay, dijo. "Es un señor socialista, comunista, Mujica, viejito, que en su época, digamos de joven, fue guerrillero, fue marxista, lanzó bombas, etcétera. Y que él impuso eso al pueblo uruguayo, ¿no? Y en esas estamos nosotros, poniéndonos atrás de Uruguay en un aspecto en donde se legaliza la marihuana para efectos recreativos.
Lea y escuche la conversación entre el periodista Jorge Santa Cruz y el General Badillo Martínez.
Pues cuatro ministros de cinco, toman una decisión que aparentemente es inocua -que sólo beneficia a cuatro personas- pero que compromete, en realidad, no sólo la salud, sino la seguridad pública de 120 millones de mexicanos, mi General.
Bueno, mira Jorge: yo considero que eso es parte de un movimiento mundial (que ya lo hemos platicado en algunas ocasiones), en donde van avanzando poco a poco, muchos de los temas que en la agenda tienen el liberalismo, el capitalismo, los gobiernos entre comillas "progresistas", Obama, Londres, etcétera, ¿no?
Fíjate bien: ¿cómo es posible que la Suprema Corte de Justicia de la Nación se dedique a aprobar o a estudiar la aprobación para legalizar, para efectos recreativos la marihuana, habiendo miles de casos que no sólo la Suprema Corte sino todo el sistema judicial mexicano no atiende.
Recuerdas que hemos hablado tú y yo, y hemos publicado inclusive, y tú lo has dicho en tu programa, que en México el 98 por ciento de los delitos (¡98 por ciento de los delitos!), yo no sé si habrá algún país que tenga 99 por ciento; pero en México el 98 por ciento de los delitos que se cometen en el país, no son atendidos por el sistema judicial ¡carísimo, onerosísimo! que tenemos.
A mí se me hace esto una aberración completa, ¿no? Tantos problemas que tenemos para que los ministros de la Suprema Corte, que son los funcionarios mejor pagados de este país; ganan casi cuatro millones de pesos al año, o más, quizás, se dediquen una Sala completa a ver este asunto, ¿no? Hay muchas cosas que están pendientes, ¿no? Que están pendientes inclusive, de parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Cómo es posible que esto lo acelere y lo atiendan con una -digamos- una atención mediática impresionante. En todo el mundo se está hablando de esto. Y nos meten en el mismo saco de un país como Uruguay. Que no es el país Uruguay, ¿no?
Es un señor socialista, comunista, Mujica, viejito, que en su época, digamos de joven, fue guerrillero, fue marxista, lanzó bombas, etcétera. Y que él impuso eso al pueblo uruguayo, ¿no? Y en esas estamos nosotros, poniéndonos atrás de Uruguay en un aspecto en donde se legaliza la marihuana para efectos recreativos.
A mí se me hace una aberración, la verdad, Jorge.
Sí, totalmente. Ahora, se funda o se fundamenta la decisión de estos cuatro ministros en el "derecho humano", independientemente del sesgo moral; en el "derecho humano" de "recrearse" con la marihuana. Eso me parece un arma bastante, bastante tramposa, porque al rato por el "derecho humano" a robar, pues que van a poder argumentar, ¿no?
Sí, exactamente, es lo que yo en ocasiones digo, ¿no?: entonces para qué combatimos el contrabando y para qué combatimos otros delitos graves para la sociedad, ¿no?; los robos a casas habitación. Pues ya de una vez que dejen el libertinaje, ¿no?
Todo como que está orquestado. Ya el gobierno federal anunció una "amplia consulta" para conocer qué es lo que quiere la sociedad mexicana. Todo, muy, muy orquestado. Tenemos -bueno, eso lo digo a título personal- tenemos un Congreso que obedece las consignas del extranjero; un gobierno que en mucho obedece consignas del extranjero; un Poder Judicial que hace lo mismo. Se conoce primero en los medios y luego se oficializa en nuestro país.
Bueno, mira, la verdad es que eso va a afectar a millones de mexicanos; a millones de mexicanos que no están de acuerdo con eso. O sea: seguimos tomando decisiones para favorecer a minorías, a minorías, y que afectan esas decisiones a las mayorías.
Es el caso, por ejemplo, del matrimonio homosexual, y de muchas otras tareas que hemos estado discutiendo y que hemos estado -digamos- perdiendo el tiempo en asegurarse de que las mayorías no se les toque ni con el pétalo de una rosa, ¿no? Digo, es impresionantemente negativo este asunto. porque si tú le preguntas a 100 mexicanos si están de acuerdo con esta disposición absurda de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, yo te aseguro que 60 ó 70 por ciento, u 80 por ciento no están de acuerdo. Y ellos legislan en contra de esa mayoría. ¿Cuál democracia, Jorge?
No. Pues no la vemos, mi General. Es el mismo Poder Judicial el que dio luz verde al aborto, mediante la eufemística Ley de Interrupción del Embarazo; el mismo Poder Judicial que dejó libre a la secuestradora francesa Florence Cassez; el mismo que ha estado avalando estas uniones de homosexuales. No se podía esperar otra cosa de ese Poder Judicial.
Bueno, mira: la verdad es que imitando a la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, la nuestra la han encajonado a que debe de haber "progresistas" (entre comillas, para mí) y "liberales" (también entre comillas, ¿no?, porque realmente no hay diferencia acentuada entre ellos, ¿no?)
Entonces, ahora tenemos a tres o cuatro ministros "progresistas" en la Corte y a cuatro o cinco ministros "liberales" en la Corte. Entonces, el "progresismo" y el "liberalismo" en realidad son la misma cosa, ¿no?
También en Estados Unidos hay "conservadores". Y también en Estados Unidos hay representantes de etnias, de etnias, ¿no? Entonces, a imitación de ellos en México, este ministro Saldívar se dice "progresista"; la ministra Olga se dice "progresista", y otros que se les supone -por ejemplo, un paisano mío, que es de acá, de Coatepec, Pardo- que es supuestamente "conservador" y que votó en contra, ¿no? Un conservador votó en contra y votó, digamos, atendiendo al 70 o al 80 por ciento de la opinión de los mexicanos. Entonces, digo: ¿en qué quedamos pues?
Muy bien, Jorge.
Un abrazo, mi General.
Gracias, muy amable.
Hasta pronto.