El Palacio de Lecumberri: historia sobre historia

Por: Karla Muñoz.
Miércoles 2 de marzo de 2016.
 
El Porfiriato, es aquel episodio de la historia de México que algunos quisieran olvidar y que para otros es la base fundamental del crecimiento del país. Durante los años que goberno el General Porfirio Díaz mucho de su esfuerzo fue por modernizar y embellecer nuestra ciudad, creando y alzando monumentos y edificios con el objetivo de hacerla una de las ciudades mas hermosas del mundo. Teniendo como base esto me gustaría empezar contando la historia del Palacio de Lecumberri, conocido también como el Palacio Negro debido a todas las trágedias, torturas y muertes que hubo en el, hasta la fecha el Palacio ha esta envuelto en historias y leyendas. 
 
Se levanto con la idea de que funcionara como Penitenciaria. El proyecto original fue del Arquitecto Lorenzo de la Hidalga, y llevado acabo por el Arquitecto Antonio Torres Torija y los ingenieros Antonio M. Anza y Miguel Quintana. Funcionó desde su inauguración en septiembre de 1900 hasta su cierre en 1976. Un año después, en 1977, por decreto presidecial, pasó a ser sede del Archivo General de la Nación. 
 
La cárcel se dividía de la siguiente manera, fue planeado para albergar un total de 800 varones, 180 mujeres y 400 menores de 18 años. Contaba con 804 celdas, talleres, enfermería, cocina y panadería. Tenía un área de Gobierno, sección de Servicio médico y Salas de Espera.
 
Los presos se dividian de acuerdo al delito que cometían, desde robos, asesinatos, peleas callejeras y claro aquellos que eran acusados de sodomía, Hay un caso muy sonado que se dio durante la presidencia del General Díaz, la fiesta de los 41, después de que la policia recibio varias llamadas quejándose del ruido, organizaron una redada donde lo que descubrieron fue un grupo de hombres donde algunos de ellos estaban vestidos de mujer; al ser un delito, los mandaron a la cárcel de Lecumberri y los encerraron en la celda J de ahí que se les de el nombre de "jotos".  
 
Una de las leyendas más fuertes que rodean al hoy Archivo General de la Nación es la de un hombre que ronda por los pasillos vestido con un uniforme de prisión antiguo; se dice que el señor de la limpieza lo vio, con miedo se acercó y le preguntó que era lo que hacía ahí. El misterioso hombre, que tenía apariencia de estar bastante demacrado, le contestó: “Otra vez no vino mi Amelia”, el señor de la limpieza se distrajo y al voltear ya no lo encontró. El empleado de limpieza investigó en los documentos del edificio y descubrió que el espectro que había visto fue de un prisionero apodado “El Venado”, quien durante su estancia en el penitenciaria esperó en vano a que su esposa lo fuera a  visitar. 
 
También debemos recordar que el Palacio de Lecumberri fue testigo de la traición de Victoriano Huerta hacía Francisco I. Madero y Pino Suarez. Otra historia interesante es la de José Revueltas, quien durante su estancia en Lecumberri escribió la novela “El Apando”. 
 
Como esta hay mil historias más y que mejor que descubrirlas mientras se da un recorrido dentro del Palacio,  para conocer más sobre el Archivo General de la Nación y sus funciones pueden hacerlo entrando a https://www.agn.gob.mx.
 
Foto superior: Secretaría de Cultura federal.
Foto inferior: Especial.