Independiente, con experiencia y ético: requisitos para el próximo presidente del INEGI

 
El 25 de enero de 1983 se creó, por decreto presidencial, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), organismo que con el objetivo de modernizar los sistemas de recopilación, procesamiento y difusión de la información estadística del país, tuvo la enorme responsabilidad de integrar en una sola institución la tarea de generar la información estadística y geográfica de México.
 
Posteriormente, con la entrada en vigor de la Ley del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica en julio del 2008, se confirma la autonomía técnica y financiara del INEGI, y se establece como finalidad principal proporcionar datos de calidad, confiables y oportunos, toda vez que la información que genera el INEGI es fundamental para que los mexicanos podamos conocer de manera objetiva y oportuna la realidad de nuestro país, sin influencias de grupos de interés de los sectores público, privado y social.
 
Asimismo, el apartado B del Artículo 26 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establece como requisito que la información que genera y difunde el INEGI responda al principio de independencia de un Organismo Constitucional Autónomo del Estado Mexicano con autonomía técnica y de gestión. En cumplimiento de este mandato, la información objetiva que genera y difunde el INEGI permite realizar el análisis de los graves y complejos problemas que afronta nuestro país y contribuye a elaborar escenarios futuros que posibilitan una toma de decisiones acertada y oportuna. Además, por su prestigio como generador confiable de información estadística y geográfica, se ha convertido en una referencia en la promoción de una imagen favorable de nuestro país en el contexto internacional.
 
Ante la salida del Presidente del INEGI el 31 de diciembre próximo, tras cumplirse el término de su segundo periodo de gestión, es importante que la propuesta que el Ejecutivo Federal, como responsable de proponer al sucesor según la Ley del Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica, someta a la aprobación del Senado de la República para cubrir la vacante en la Junta de Gobierno del Instituto, responda a un perfil acorde con la naturaleza autónoma de esta Institución del Estado Mexicano.
 
Sin embargo, la mayor importancia de este proceso, es que la designación del nuevo Presidente del INEGI por parte del Ejecutivo Federal garantice plenamente el respeto irrestricto a la Autonomía del Instituto, de tal manera que continúe suministrando a la
sociedad y al Estado información de calidad, pertinente, veraz y oportuna, como lo establece el artículo 3 de la ley reglamentaria (LSNIEG) del apartado B del Artículo 26 Constitucional.
 
En este contexto, y con el objetivo de que la calidad, autonomía y eficiencia con que funciona el organismo encargado de generar la información estadística económica y geográfica del país se mantenga inalterada, es razonable tratar de resaltar algunas de las características que se requieren para dirigir un organismo tan importante para la sociedad, empresas y el estado mexicano.
 
Podríamos iniciar con la necesidad de una persona que tenga la capacidad de garantizar la autonomía del instituto. Es decir, que no sea susceptible de ser influenciado por intereses ya sean de grupos políticos, del sector público o privado.
 
En este contexto, posiblemente una de las principales características con que debe contar el próximo encargado de la función del INEGI, es su probada ética, toda vez que esto representará un blindaje contra posibles influencias de grupos de interés que puedan estar en la búsqueda de información que refleje una situación errónea del país.
 
Asimismo, la experiencia en el campo de la estadística y estar familiarizado con la información que genera el instituto, es fundamental para que la calidad de los datos que elabora el instituto se mantenga inalterada como una fuente importante de confianza de todos sus usuarios.
 
Es indispensable que cuente con la suficiente capacidad y experiencia administrativa en el manejo de recursos técnicos, financieros, humanos y materiales que demanda la operación de un organismo con tal responsabilidad como la tiene el INEGI. 
 
Un aspecto de suma importancia es el talento que debe poseer en materia de gestión política y el difícil proceso de dar a conocer los resultados de toda la información que genera el instituto.
 
En un entorno en el que constantemente se modernizan los sistemas de información en todos los países, es un requisito que nuestro país se mantenga a la vanguardia en esta materia, por lo que es fundamental que el nuevo presidente del INEGI cubra completamente estos requisitos. El avance cotidiano en el análisis y discusión de la situación económica y geográfica del país, requiere de información que solo un organismo independiente y autónomo con la suficiente capacidad técnica y de gestión es capaz de generar. Hasta ahora el INEGI ha cumplido a cabalidad su cometido.
 
Estamos seguros de que la propuesta que haga el Ejecutivo Federal y posteriormente la ratificación del Senado de la República, tomarán en cuenta estas opiniones que consideramos necesarias para que el INEGI mantenga su prestigio a nivel nacional e internacional como principal generador de información estadística y geográfica.