Por: Redacción PL.
Fuente: CAM.
Foto: Pixabay.
Domingo 11 de septiembre de 2016.
CIUDAD DE MÉXICO.- La deuda pública de México llegó a diciembre de 2015 a 7.5 billones de pesos debido, sobre todo, a que su saldo se triplicó de 2008 a la fecha, con respecto a 2007, señala el Centro de Análisis Multidisciplinarios (CAM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En su Reporte de Investigación 124. Endeudamiento Público en México: Historia de irresponsabilidad e incapacidad, el CAM sostiene que "el país se endeudó en 7 años en un monto 3.16 veces mayor que el acumulado en los 26 años anteriores es decir, en el periodo 1982-2007, esto es 5.3 billones de pesos". Al respecto, agrega:
Si consideramos la intensa propaganda de austeridad y responsabilidad en las finanzas públicas enarbolado por la administración federal en los sexenios de Felipe Calderón y los 3 y medio años que van del de Enrique Peña Nieto, y que a su vez ha sido el plato fuerte de todo su discurso, los datos lo contradicen totalmente.La anterior afirmación se apoya en la información contenida en la gráfica 2, esta contiene los montos del endeudamiento por sexenio. Es evidente que en los últimos 9 años el endeudamiento ha tenido un crecimiento en términos absolutos sin precedentes comparado con los anteriores cuatro sexenios.
El CAM señala que una idea razonable es que el endeudamiento es la fuente de financiamiento del sector público cuando éste cae en déficit, y tanto más grande es el endeudamiento como grande el déficit.
Sin embargo -agrega- esta conclusión deja varias interrogantes al respecto, por ejemplo, los destinos del gasto y por qué éste ha crecido tanto con respecto a la capacidad de recaudación y una segunda que tiene que ver con la poca capacidad de recaudación y sus razones.
El estudio expone, más adelante, que los préstamos no siempre se han utilizado para proyectos productivos que permitan pagarlos, sino para pagar salarios:
Un principio básico de finanzas públicas sanas reclama utilizar el endeudamiento en proyectos e inversiones que tengan la capacidad de amortizar los préstamos que fueron empleados en su implementación, si se observa la gráfica 6 se puede apreciar que la diferencia entre el gasto corriente y gasto de capital tiene una tendencia a crecer desde 2008 donde tuvo un mínimo de 9.6% hasta los datos más recientes de 2016 en donde esta diferencia crece dramáticamente hasta 187%, en promedio de 1990 a 2016 el gasto corriente, que representa en mayor medida sueldos y salarios, servicios personales y gastos de operación fue 152% más grande que el gasto de capital.Dicho gasto en capital ha reducido notablemente su participación en el total del gasto erogado desde 2008, esto es coincidente con el incremento acelerado del endeudamiento expuesto en la gráfica 4; este comportamiento permite pensar que el endeudamiento se ha contratado para destinarse al gasto corriente. De seguir esta tendencia, la capacidad de amortizar los compromisos del sector público en el futuro se vislumbra sumamente difícil.