Ayudamos a los masones a ponernos la soga al cuello
30.04.2016 15:00
Pocas veces escribo en primera persona. Hoy, con el permiso de todos ustedes, lo voy a hacer, porque las circunstancias lo ameritan.
Lo ocurrido el jueves pasado en el estado de Chiapas, donde un grupo de manifestantes impidió el paso de una ambulancia y provocó, en consecuencia, la muerte de dos niños indígenas, evidencia que el plan masónico para México da ya los resultados apetecidos desde 1823, en que la secta nos inoculó el virus del liberalismo.
El que gobierna en México es el espíritu disolvente de la Revolución Francesa, sustentado en el lema de "Libertad, Igualdad y Fraternidad".
En su significado oculto, lo que quiere decir es lo siguiente:
a) Libertad: libertinaje individual y social, con el propósito de adormecer las conciencias e impedir el pensamiento crítico. El libertinaje aturde, paraliza y genera distintas adicciones.
b) Igualdad: ruptura de todo vinculo de autoridad legítima, a fin de provocar el caos. La igualdad en el sentido masónico, equipara al mal con el Bien; al abusador con el justo; al demagogo con el sabio.
c) Fraternidad: una vez lograda la degradación de la sociedad, cuando la mayor parte de sus individuos es incapaz de gobernarse conforme a la Ley Natural, entonces se "hermana" a los individuos en la desgracia; o sea, se les tiene como esclavos de las pasiones y como incapaces de poder luchar por sus derechos.
Eso significa el lema de "Libertad, Igualdad y Fraternidad".
Voy a dar algunos ejemplos:
1. Libertad: Cualquier manifestante tiene libertinaje para actuar, aunque provoque la muerte de niños inocentes; aunque provoque severos problemas viales que redunden en una fuerte contaminación. Las autoridades solapan ese libertinaje. A los manifestantes los consienten y hasta hacen leyes retroactivas, para evitarles la cárcel, como sucedió en la Ciudad de México, luego de la toma de posesión de un presidente masónico: Enrique Peña Nieto. En cambio, se ceban sobre los automovilistas. Esa es la masonería.
¿Cómo entender que haya masones liberales, o supuestos conservadores y socialistas? Es muy sencillo: con los ritos pasa lo mismo que con los cárteles de la delincuencia organizada.
Todos tienen la "libertad" de meterse hasta 28 gramos de marihuana todos los días. ¿O no? Imaginemos, ahora, la marihuana combinada con alcohol y vaya usted a saber con cuánta cosa más...
Esta es la libertad masónica.
2. Igualdad: todos en la "democracia" somos iguales. Lo mismo vale el voto del más probo ciudadano que de aquel que opera en la sombra; del científico que investiga, que del lenon que tiene a sus víctimas en las calles.
Sí: todos somos iguales para ellos, los masones. Ellos arriba y nosotros, abajo. Ellos repartiéndose el botín (mediante los partidos políticos) y nosotros votando por ellos. Los colores políticos no significan identidad. Detrás de ellos están la escuadra y el compás. Ésa, es su verdadera identidad.
3. Fraternidad: significa compartir desventuras, en tanto que ellos disfrutan del sucio poder.
Votar por uno o por otro, es votar por el Gran Arquitecto del Universo, que es su DIos.
Para concluir: ¿quién quiere ser como Dios o más que él? Usted tiene la mejor respuesta.