Cinismo

19.10.2016 13:11

Era más que obvio que los ex gobernadores Javier Duarte de Ochoa (de Veracruz) y Guillermo Padrés (de Sonora) se ocultarían en cuanto dejaran el poder, para evadir sus probables responsabilidades. Era obvio para todos, menos para el gobierno federal, que los dejó refugiarse en la clandestinidad.

En cuanto al priista Duarte de Ochoa, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, declaró que carece evidencia de haya salido del país, de manera ilegal. Más allá de eso, lo que queda claro es que por lo menos no sabe dónde está.

Por lo que hace a Padrés, la bancada del PAN en San Lázaro solicitó a la Procuraduría General de la República que ofrezca recompensas para la localización de Duarte de Ochoa y de los exgobernadores priistas de Tamaulipas, Tomás Yarrington y Eugenio Hernández. Lo que no hizo el grupo parlamentario panista fue sugerir lo mismo para dar con el paradero de Padrés, cuyo origen partidista está en... Acción Nacional.

Ambos pronunciamientos -el de Osorio Chong y el de la diputación federal panista- evidencian el alto grado de descomposición política que sufre nuestro país y que mucho dudamos pueda ser revertido por el Sistema Nacional Anticorrupción que está en ciernes. ¿Y por qué lo dudamos? Porque sus creadores son, ni más ni menos, que los partidos políticos que mangonean a diestra y siniestra, entre los que figuran el PRI y el PAN.