Cultura y tecnologías mexicanas

03.12.2016 12:03

Por Roberto Velázquez Cabrera

Con base en el Artículo 8o Constitucional, desde 2001, me he permitido enviar propuestas ciudadanas con objeto de establecer políticas y programas efectivos para investigar, rescatar y promover la rica cultura y tecnologías mexicanas, como la sonora, porque he considerado que podrían ayudar a mejorar el desarrollo nacional, la cultura y la educación de sus habitantes. En todas las propuestas planteadas se ha incluido su justificación con ejemplos ilustrativos de estudios realizados y publicados abiertamente.

Los países desarrollados industrialmente, investigan, fabrican, utilizan y exportan su tecnología de mayor valor, los subdesarrollados la importan, si pueden.

Los imperios que invadieron y colonizaron los países de América, prohibieron el desarrollo local de la tecnología de mayor valor, para continuar expandiendo su mercado y no tener competencia. 

Los poderes públicos y privados locales han preferido importar las tecnologías de mayor valor y no se han investigado y desarrollado las nacionales requeridas para poder salir del subdesarrollo. Sin tecnología propia, no puede haber soberanía ni independencia verdadera. Los neocolonizados también han fomentado la cultura del extranjero, incluyendo mucha basura comercial. Debemos estar abiertos a lo mejor que ha sido desarrollado en el extranjero, pero no se justifica cerrarse a lo nuestro milenario de valor singular. 

La ultima petición sobre "tecnologías mexicanas" fue enviada por el sistema automatizado de la Presidencia de la República de gob mx, el pasado 19 de noviembre. Ese sistema no proporciona constancia de lo solicitado. El 25 de noviembre, informaron por correo electrónico que la petición fue procesada y canalizada a la dependencia correspondiente, pero el turno fue mal hecho, ya que el texto enviado muestra algo diferente a lo solicitado, aunque es sobre algo sonoro: "promover programas de investigación y educación en organología mexicana", pero las "tecnologías mexicanas" solicitadas fueron eliminadas. Les informé sobre el tema de la última petición planteada, pero no sé si corrigieron el documento canalizado. Para poder conocer el estado del trámite de la petición proporcionan una página de consulta. Dicen que ya fue "concluida" con un Oficio de Maria del Pilar Casado López, del 2 de diciembre de 2016, mismo que se comenta más adelante. 

Existen cientos de miles de bienes sonoros antiguos recuperados y registros sonoros mexicanos que son extraordinarios, pero son poco conocidos y estudiados. Muchos de ellos son exclusivos de México y únicos en el mundo y en la historia de la humanidad. Gran cantidad de bienes sonoros mexicanos son importantes e inigualables en sus características y no tienen competencia, en el contexto internacional, pero no han sido aprovechados, ni siquiera para difundirlos con amplitud.

Esas peticiones ciudadanas siguen vigentes, ya que no han sido atendidas, sin que se conozcan objeciones técnicas o legales para no hacerlo. Lo que sé es lo que han hecho con algunas peticiones planteadas con anterioridad: fueron canalizarlas a los titulares de una de las dependencias encargadas de la cultura y de la tecnología, como la Secretaría de Educación Pública (SEP), pero ellos también las han turnado a una de las entidades relacionadas con alguno de los dos temas planteados, como CONACULTA y CONACyT. CONACULTA fue sustituida por la Secretaría de la Cultura, pero lo educativo sigue a cargo de la SEP. 

Canalizar solicitudes a una sola dependencia o entidad, con solicitudes que involucraran a dos o  más sectores, dependencias y entidades, como es el caso de mis peticiones ciudadanas, imposibilita su atención adecuada.

Otro limitante es que sólo se han recibido escritos con acuerdos, comentarios, declaraciones u opiniones de funcionarios de segundo o menor nivel administrativo. 

Ninguno de los funcionarios que han contestado tiene las atribuciones legales necesarias y suficientes para poder atender los dos temas de las peticiones ciudadanas planteadas, ya que las solicitudes son de la cultura y de la tecnología. La SEP cubre esos dos campos de gobierno, aunque sólo en materia educativa, pero no se ha tenido noticia de que haya promovido políticas o programas ni siquiera en ese sector, sobre las peticiones planteadas. Las últimas acciones administrativas, legales y laborales realizadas fueron impulsadas desde el extranjero, sin que se conozcan las evaluaciones locales que las fundamenten para el caso nacional. 

El último documento consultivo del "Modelo Educativo 2016" no incluye políticas sobre las "tecnologías mexicanas". Tampoco se han encontrado en documentos publicados de otros sectores nacionales relacionados, como los de la cultura, la tecnología y la industrial.

Algunos administradores han reconocido que las peticiones del suscrito rebasan sus atribuciones. Por ejemplo, la Directora de Culturas Populares de CONACULTA comenta en su oficio de 2012 que la petición "rebasan las atribuciones de CONACULTA". En otro oficio de la misma Directora, me informó que la petición fue turnada a la Comisión de Cultura y/o Educación de la Cámara de Diputados, pero sin resultados conocidos.

La petición también fue presentada con un oficio del suscrito, ante la Comisión de Asuntos Indígenas de la Cámara de Diputados, pero tampoco fue atendida y ni siquiera fue contestada. Se hizo una consulta a la Comisión de Derechos humanos y al Secretaría de la Función Pública, pero no sirvieron para que se atendiera la petición. Esta secretaría es la única que tiene funciones de evaluación de la gestión pública de dependencias federales, pero no publican los informes de sus resultados.

En todos los poderes nacionales, la gran mayoría, normalmente sólo atiende lo que les pide el titular del Poder Ejecutivo, un superior o lo que convienen a sus intereses personales o de grupo. 

Otros funcionarios comentaron que las peticiones fueron "atendidas" o "concluidas", pero sin proporcionar evidencias de su instrumentación en el mundo real ya que parece que consideran que es suficiente con contestar por escrito, aunque digan cualquier cosa y no se atienda la solicitud. Un ejemplo de eso, es el último escrito atento de la Directora de Evaluación de Proyectos, del Consejo de arqueología del INAH, que fue recibido por correo electrónico el pasado 2 de diciembre. Como atención, sólo se mencionan los oficios emitidos para el "desahogo" o para contestar las peticiones ciudadanas señaladas. 

El único funcionario de ese organismo que ofreció por oficio sus recursos y servicios para ayudar a atender las peticiones, fue la Subdirector de la Fonoteca, pero la solicitud rebasan sus atribuciones y capacidades. No fue posible establecer un proyecto, ni siquiera para ayudar a difundir resultados de mis estudios originales realizados en el campo de sus atribuciones, como los 18 que se listan en una charla sobre ritmos, que se hicieron y publicaron abiertamente en un video (que se comenta al final de la nota), para ejemplificar cómo pueden analizarse y caracterizarse algunas grabaciones etnológicas. 

Otro oficio recibido es de la Coordinadora Nacional de Difusión del INAH, sobre un artículo denominado "Sonidos mexicanos prohibidos y abandonados", de 2012, que no quisieron publicar en papel en una revista del INAH. La Coordinadora comentó que de la Dirección de Estudios Arqueológicos (DEA) le informaron del dictámen negativo de un revisor de artículo, que es de dudosa capacidad técnica, ya que ni siquiera proporcionó argumentos lógicos fundamentados para su rechazo ni correcciones sugeridas. Este caso ya fue comentado con detalle y abiertamente en dos documentos electrónicos, uno es sobre el dictámen y otro es de una inconfomidad, que no fueron ni rebatidos o comentados. El informe de los estudios sobre los sonidos prohibidos y abandonados ya fue dado a conocer abiertamente en mi sitio web y fue solicitado y bienvenido en varios foros relevantes, incluyendo uno del propio INAH, sobre "Abandono y destrucción. El final de las ciudades mesoamericanas". Se notó incongruencia en esas unidades administrativas del organismo, ya una solicitó la charla y otra la rechazó.

Ni siquiera se conocen los beneficios logrados con el rechazo de la publicación en papel. Los que pierden con la no publicación de ese artículo en una revista del INAH son sus pocos lectores de la comunidad de arqueología, ya que el tema no es muy conocido y el número de ejemplares de sus ediciones es reducido (sólo de unos miles) y no todos se venden. Son mucho mayores los visitantes de las páginas de mi sitio web, como se muestra abiertamente en Usage statisctic for tlapitzalli.

Entre los objetivos de creación del INAH se incluye la investigación científica y la difusión del patrimonio arqueológico e histórico y se han escrito decenas de miles de informes sobre ello. Sólo el pdf del Ïndice del Archivo Técnico de la Dirección de Bienes Arqueológicos del INAH, de autores, tiene 112 páginas, y los índices de los proyectos que están organizados por estado son mayores. El del Distrito Federa tiene 91 páginas, pero en esos índices y en los de publicaciones no he encontrado informes de estudios formales y profundos o proyectos del organismo relacionados con los temas de las propuestas ciudadanas planteadas, como lo sonoro. Nadie ha informado sobre la causa o razón de no haberlo hecho, aunque no se conocen especialistas del organismo bien capacitados en el tema tecnológico sonoro mexicano de origen milenario.

Es una lástima que los que tiienen atribuciones y obligaciones para estudiar las culturas mexicanas no lo hagan en las tecnologías milenarios, como las sonoras y hasta se opongan a publicar los pocos que se han hecho, como los de ese artículo rechazado sin motivo justificado conocido.  

La Directora mencionó que sugirieron consultar el Archivo Técnico de la Coordinación de Arqueología, para ampliar los temas referidos, pero en su catálogo no he encontrado informes de estudios o proyectos sobre los temas de mis peticiones planteadas.

Al buscar las dos palabras “tecnologías mexicanas”, que se han incluido en todas las peticiones ciudadanas planteadas por el suscrito, en uno de los sistemas que me sugirieron usar, de la Bibioteca Nacional de Antrpología e Historia - INAH (BNAH), la respuesta del buscador, situado en el cuadro de la ventanita de la esquina superior derecha de la página, dice que “Sólo acepta menos letras”, pero al buscar “tecnologías” dice lo mismo. Como resultado de buscar sobre lo “sonoro” se muestran 5 referencias bibliográficas, pero son relativas a la BNAH a algo de su acerbo sonoro de grabaciones históricas o etnológicas, como las de las fonotecas, pero nada se muestra de los bienes sonoros arqueológicos del México Antiguo.

No he podido encontrar documentos rectores oficiales publicados abiertamente sobre planes, programas, proyectos, pactos, normas o modelos nacionales, que incluyan las “tecnologías mexicanas”, en ninguna biblioteca conocida, ni siquiera utilizando los buscadores automáticos en las bases de datos de la web de la red mundial de Internet, que estiman tiene más de  4.76 miles de millones de páginas  abiertas. Las búsquedas automáticas no incluyen las páginas del Internet oculto, restringido o secreto, como las que requieren cuentas y claves o contraseñas de acceso.

Mis investigaciones y su difusión son independientes y se han realizado sólo con recursos personales limitados, aunque sus resultados ya han logrado destacar en el ciberespacio y en algunos foros académicos relacionados. Pueden comentarse ejemplos comprobables de ello. Desde que surgieron los buscadores automáticos en la web, a fines de siglo pasado (Google fue fundado en 1998), al buscar sobre el principal tema sonoro en el que se iniciaron mis estudios, sobre el texto “aerófonos mexicanos” o “mexican aerophones”, las páginas principales de mis sitios como tlapitzalli, son las que han aparecido en primer lugar. Si esas mismas búsqueda se hacen con imágenes, también aparecen en los primeros lugares muchas figuras de mis estudios publicados abiertamente. Eso no es sencillo de lograr en la red mundial, en muchos proyectos de investigación, como en los temas que no son originales o singulares y que son estudiados y difundidos por muchos investigadores.

Por desgracia, no se han encontrado interesados institucionales en apoyar la investigación con mayor profundidad o para una difusión más amplia de esos temas mexicanos y nadie avala los realizados ni los que podrían realizarse, a pesar de su originalidad e importancia. La falta de un aval institucional es una limitante muy importante para poder ampliar los trabajos realizados, porque los que ofrecen apoyos para proyectos de investigación, desarrollo y difusión lo requieren hasta para recibir y tramitar una solicitud.

La mayor limitante existente en los temas originales de investigación, es que sólo apoyan los que interesan a los investigadores de programas institucionales. Los temas realmente nuevos, no existen en los programas actuales.

Algunos han comentado que no tienen especialistas en todos los campos requeridos para su estudio formal, con profundidad y amplitud, en parte, porque no se han incluido en los programas y proyectos de las instituciones educativas y de investigación existentes.

En mis estudios importantes iniciados desde 1999, como el de la tesis virtual prohibida sobre la Ilmenitas sonora olmeca, se ha utilizado el esquema de la Arqueociencia sonora, que ha aprovechado técnicas de más de 50 campos académicos. Los estudios multidisciplinarios no son muy practicados en los medios educativos y de investigación locales. Algunos esquemas avanzado de ese tipo, apenas empiezan a probarse en unos países de mayor desarrollo educativo como Finlandia.  

Los resultados de mis estudios publicados abiertamente, como el de esa tesis, ni siquiera han podido ser bien evaluados en ninguna institución académica. Los pocos comentarios recibidos de parte de revisores institucionales de mis artículos publicados en papel y virtualmente, fueron de forma y no se han incluido objeciones o aportaciones de fondo para mejorarlos. 

En todas las escuelas dicen que el tema sonoro mexicano y su tecnología son de otro lugar, pero en realidad no los han incluido en sus programas. Los humanistas dicen que la tecnología no les corresponde y a los tecnólogos no les interesa la cultura. No se dan cuenta que cuando una cultura se aplica en la realidad industrial y artesanal o cuando se estudia formalmente y con profundidad, necesariamente se requiere de la tecnología. El resultado es un hueco no atendido por cinco siglos.

La limitante también existe en los medios de difusión y comunicación masiva. El único sitio de noticias conocido que incluye una sección sobre Sonidos mexicanos es el de Periodismo Libre (PL) de Jorge Santa Cruz, aunque esta nota se publica en la sección de Reflexiones de su página principal, utilizada para incluir notas relevantes de actualidad como la cultura y las tecnologías mexicanas. 

En la situación actual el investigar, desarrollar y aprovechar mejor lo nacional milenario de valor es muy importante y es algo de lo poco importante propio que puede ayudarnos, cuando existe una gran dependencia del extranjero y surgen amenazas y agravios contra lo mexicano, como se ha comentado en la nota denominada Gracias a Donald Trump. Ahora que en nuestros poderes no se muestran ni propuestas para contrarrestar lo peor que pueden impulsar los Republicanos, deberían analizar las pocas propuestas que se formulen, al menos, para mejorar el empleo de la mayoría de los habitantes nacionales y los que pueden repatriar, así como para recrear productos y servicios singulares y de valor.

Sin embargo, esas propuestas no pueden venir de los que están como paralizados o apanicados y creen que las soluciones van a venir del extranjero, como las basadas en las maquiladoras y armadoras, aunque ni siquiera saben lo que les van a hacer con ellas. 

Es una ironía que lo poco que aun tenemos de valor cultural sean las artes de los pueblos de origen milenarios, que han sido hasta despreciados, descuidados, atracados, despojados y explotados.

Muchas expresiones y prácticas culturales de origen antiguo se perdieron y varias remanentes se están olvidando, aunque algunas que aun existen son extraordinarias. Se podría y debería ayudar a sus creadores a mejorar y promover esas artes que son inigualables. Por ejemplo, el hermoso arte decorativo huichol, que es único en el mundo en colorido, imaginación y creatividad, podría mejorarse, reaprovecharse y expandirse, para bien de sus creadores y su cultura, si se les apoya con tecnologías de materiales y con la difusión de sus obras, como se hizo con el llamado "arte aborigen de Australia", que también es de origen milenario y muy hermoso. Ahora, es inigualable y de gran valor en las mejores galerías de arte del mundo.

De cada arte mexicano milenario podrían crearse hasta escuelas, industrias o talleres, tiendas, galerías y museos, que serían únicos en el mundo, pero parece que nuestros poderes ni siquiera los conocen o reconocen su valor singular. Las instituciones de ese tipo que existen, no incluyen ni pueden incluir siquiera todo lo que se ha recuperado o lo que aun sobrevive.    

Si en ninguna institución se interesan en crear programas y proyectos o en brindar apoyos, para recuperar, desarrollar y difundir  artes y tecnologías perdidas o en peligro de extinción, para ayudar a desarrollar mejor lo nacional de valor singular, el suscrito va seguir investigando y difundiendo los sonidos mexicanos, mientras sea posible hacerlo, aunque sea con recursos personales limitados. 

Dicen que los presupuestos para la educación, la investigación, desarrollo, producción y difusión no son suficientes. Si sólo los grandes robos y saqueos de nuestro patrimonio, que se han comentado en los medios masivos de comunicación, fueran usados para investigar tecnologías mexicanas, el desarrollo nacional podría ser mejorado sustancialmente.

Lo sonoro es sólo un ejemplo de las tecnologías mexicanas milenarias que podrían investigarse y aprovecharse, aunque existen otras que se muestran en muchos de los millones de bienes antiguos recuperados y resguardados en los museos, colecciones y exploraciones arqueológicas. Cada uno de los bienes relevantes rescatados es un tesoro, que debería estudiarse con profundidad y difundirse con amplitud. 

Recientemente, se han empezado a difundir videos en la web sobre los extraordinarios sonidos mexicanos, utilizando sistemas abiertos disponibles. Los últimos subidos a mi canal de Youtube son sobre el llamado silbato de la muerte o la vida, que ya fueron presentados en varios foros, incluyendo algunos del INAH, la ENAH, el MPBA y de acústica: 

El video fue presentado en una teleconferencia del Primer congreso en línea sobre acústica (https://www.periodismolibre.com.mx/news/primer-congreso-en-linea-sobre-acustica/), el 18 de noviembre de 2016.
También se presentó en las XXI Jornada Académica del Seminario Permanente de Iconografía "La Danza" (https://www.periodismolibre.com.mx/news/iconografia-espectral-de-ritmos-de-danza/), el 2 de septiembre de 2016.

 

Otro video subido, muestra un ejemplo de análisis espectral de segmentos muy cortos de pistas sonoras etnológicas, que fueron publicados en discos digitales o encontradas abiertas en la web. Esos sonidos rítmicos alteradores podrían servir para hacer experimentos hasta de sanción, utilizando instrumentos muy sencillos de origen antiguo que aún se usan como los de percusión y los idiófonos raspados y de sacudimiento:

 

Notas:

1. El video fue anunciado en otra nota de PL  y en el artículo The Death Whistle de Mexicolore del Reino Unido, de Ian Mursell, quién es el hablante de la voz y ayuda a difundir lo mexicano de valor en museos y en 2000 escuelas primarias de Inglaterra, desde hace 30 años, como nadie lo hace en otro lugar.

2. El video fue presentado en conferenciase de dos foros anunciados en PL. Uno fue en una teleconferencia del Primer congreso en línea sobre acústica, del XXII Congreso Internacional Mexicano de Acústica, coordinado por Sergio Beristain, el 18 de noviembre de 2016. Otra se presentó en las XXI Jornada Académica del Seminario Permanente de Iconografía, coordinadas por Beatríz Barba, el 2 de septiembre de 2016. Existen cientos de miles de grabaciones etnológicas en las fonotecas nacionales y del extranjero, que fueron registradas desde fines del siglo IXX, pero están esperando ser analizadas con técnicas científicas, como las de análisis de señales. 

La demanda potencial de estudio y difusión de grabaciones es muy grande, pero muchas ni siquiera se conocen y pueden analizarse. En la UNESCO estimaron que el patrimonio audiovisual del mundo es de 200 millones de horas. En México, sólo en la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), estiman que tiene más de 250,000 pistas etnológicas, muchas de ellas en medios analógicos de sus estaciones de radio indigenistas regionales.  

 

Tlapitzalli

Actualización: 10/12/2006