Duarte y la dudosa vocación de justicia de Peña y del PRI

12.10.2016 14:25

La solicitud de licencia presentada por el gobernador Javier Duarte de Ochoa al Congreso de Veracruz profundizó la crisis política, económica y de seguridad pública que agobia al estado.

Sobre Duarte de Ochoa y seis de sus colaboradores pesan acusaciones graves de corrupción.

El PRI anunció el 26 de septiembre pasado que suspendía los derechos partidistas de Duarte y de los seis coacusados, debido a que son investigados por la Procuraduría General de la República. 

El mensaje enviado al gobernador con licencia de Veracruz fue muy claro: perdió el favor y la protección del presidente Enrique Peña Nieto.¿Por qué? Porque meterlo a la cárcel podría ayudar al desprestigiado PRI en las elecciones del próximo año, que habrán de servir de laboratorio para las del 2018, cuando se elegirá al próximo Presidente de México y se renovarán las Cámaras de Diputados y de Senadores.

Más allá de que los detractores de Duarte se sientan atendidos (pues todavía falta mucho camino legal por recorrer), se puede decir que la vocación de justicia del presidente Enrique Peña Nieto y de su partido, el PRI, es dudosa. Expliquémoslo con claridad: el PRI procedió contra Duarte de Ochoa, pero no ha renegado -por ejemplo- del ex gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz. Dicho de otra manera: la Comisión de Honor y Justicia del PRI tiene, al menos, dos pesas y dos medidas.

Falta por ver qué hará con otros dos "ilustres": César Duarte, ex gobernador de Chihuahua, y Roberto Borge, ex mandatario estatal de Quintana Roo.

No dudamos que el gobierno federal castigue a unos -con el objeto de recuperar popularidad- y proteja a otros, para cumplir con oscuros compromisos. El futuro dirá.