El ciclo de planeación

06.10.2016 09:21

 

Por Roberto Velázquez Cabrera

El ciclo de una planeación (1) regulada o con CONTROL debe seguir los siguientes procesos fundamentales: 1. evaluación, 2. políticas y objetivos, 3. planeación y 4. instrumentación.

Cuando no se realiza y controla esa secuencia de planeación, es difícil tener éxito. Por ejemplo, cuando se fomentan reformas legislativas y administrativas, que pertenecen a la instrumentación, sin haber realizado los procesos anteriores necesarios, es difícil saber siquiera lo que esperan lograr, ni cómo o cuándo evaluar y controlar bien las actividades y resultados.

Desde que se formuló el primer Programa de Acción del PNR en 1929, se limitaron a escribir una lista de POLÍTICAS Y OBJETIVOS o finalidades nacionales y sectoriales, pero algunas fundamentales siguen vigentes. La falla principal, desde el punto de vista del proceso de planeación formal, es que no se ha publicado una EVALUACIÓN realista de los planes nacionales anteriores ni de las causas de lo no cumplido.

Sin la EVALUACIÓN formal requerida ni siquiera es posible poder juzgar bien sobre lo realizado. Promotores y ejecutores de los planes nacionales de las últimas décadas han comentado que fueron exitosos y los de las reformas recientes han manifestado que sin ellas el futuro nacional sería catastrófico. La evolución y situación real, económica y social de la nación y de la mayoría de la población, muestra con mejor claridad los resultados logrados.

Al iniciar la desregulación, privatización y apertura dijeron que sus beneficios se verían en 30 años, pero ahora prometen que los beneficios de las reformas recientes se darán en el largo plazo. También dijeron que bajarían los precios de los productos y servicios, pero has subido. Ahora prometen que las reformas energéticas bajaran los precios, como el de la luz, pero la mayoría se genera en presas hidroeléctricas.

La EVALUACION y el CONTROL deben existir antes, durante y después de la definición de POLÍTICA Y OBJETIVOS y la PLANEACIÓN, los programas y proyectos bien fundamentados con estudios sectoriales, subsectoriales y particulares de las dependencias, entidades y empresas.

Sin estudios de preinversión, es difícil poder evaluar los programas y proyectos. Cuando se realizan sin conocer los estudios que los determinen, dimensionen, fundamenten y seleccionen, es imposible evaluarlos y controlarlos bien después y, menos, si previamente no existen los organismos y sistemas requeridos para ello.

Ni siquiera es posible controlar los concursos y contratos, si no se vigila la formulación de sus bases. La corrupción puede iniciarse desde la formulación de las normas y bases. Puede hacerse una analogía sencilla con los juegos de dados. Es difícil poder controlar los que fueron cargados, después de que son lanzados sin su revisión previa. Un extremo, es formular las bases principalmente para beneficiar a los concursantes y atender sus intereses particulares.

Sin control previo, es imposible o muy difícil poder revertir los efectos negativos después de que se presentan, como los despojos o saqueos de bienes no renovables y la devastación o los desastres ecológicos de minas, petróleo, bosques y aguas, que ya han ocurrido y podrían incrementarse. Ni siquiera los grandes oligopolios o monopolios han sido eliminados.

Dicen que los ideales nacionalistas, patrióticos y soberanos, como los que dieron origen a los primeros planes nacionales del partido en el poder, son “obsoletos y ataduras del pasado”, pero los programas y acciones realizadas no han funcionado para mejorar al país de acuerdo a lo esperado o deseado. Insisten en evaluar a fondo y con rigor a los maestros de las escuelas elementales (2), pero parece que no interesa vigilar y evaluar a los que formulan los planes y reformas nacionales que no han funcionado para beneficiar o mejorar a la mayoría de la población. Los principales beneficios han sido para una minoría de la elite.

Esa sencilla pregunta ya fue planteada en Periodismo que Trasciende por Jorge Santa Cruz (2), desde mayo de 2013, pero no ha sido contestada ni comentada:

¿Por qué no se evalúa, como a los maestros, a los responsables de los planes y programas gubernamentales que no han funcionado? ¿Por qué?

Es sorprendente que las fallas en el proceso de planeación no se hayan comentado en los medios nacionales e internacionales, ni siquiera en los de países que conocen y practican ese proceso en la formulación y ejecución de sus programas y proyectos nacionales, regionales y locales.

Se han planteado otras preguntas, que tampoco han sido contestadas como la siguiente de 2013:

¿Cómo preparar a los maestros que enseñen a los maestros? (4)

Pueden plantearse otras preguntas importantes, como la siguiente, aunque no puedan contestarla:

¿Quién CONTROLA realmente a los evaluadores, planeadores, instrumentadores y controladores?

 
En una nota sobre Educación con tecnologías de la información y en otra sobre Telecomunicaciones de calidad se ha comentado que las tecnologías de la información son de las pocas tecnologías que se incluyen en el texto de los documentos rectores nacionales actuales, como el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, el Pacto por México y el llamado "Modelo Educativo 2016", que se ha sometido a consulta y dicen que van a mejorarlo. 
Es posible analizar y mostrar lo que se dice en el texto del documento consultivo sobre las tecnologías de la información (marcadas con negritas) que aparecen en 3 párrafos, como deseos o políticas generales. No se detallan, ni se dice como instrumentarlos. Es lo primero que es necesario saber, pero no es sencillo y se creee que no van a poder determinarlo y llevarlo a la realidad bien en lo que resta del actual sexenio administrativo, ni siquiera en las escuelas primarias. Lo nuevo curricular que puedan determinar y programar van a poder instrumentarlo en el ejercicio final anual, en el mejor de los casos. Dicen que van a poder imprimir y usar los nuevos libros de texto en papel, pero no se sabe si van a poder generar sistemas y documentos o archivos virtuales o electrónicos:  Tlapitzalli


Notas

1. Esta nota fue publicada en 2014 en Periodismo Libre de Jorge Santa Cruz, de Worldpress, pero fue eliminada. Como sigue vigente, se reproduce aquí, con unas preguntas adicionales.

2. A dos años de que se termine la administración sexenal actual, apenas se van a formular las políticas educativas nacionales en el texto de un "Modelo Educativo", sin que siquiera se conozcan los estudios formales de la demanda educativa, que permita formular un plan. En otras palabras, en el último año del sexenio van a seguir instrumentando acciones administrativas, como las modificaciones curriculares y de los libros de texto, sin haber realizado las etapas anteriores del ciclo de la planeación formal, sin que se vea cómo pueden asegurar el logro del deseo anunciado "....para mejorar la calidad de la educación. Es decir, que todos los estudiantes se formen integralmente, tal como señala el artículo 3º constitucional, y logren los aprendizajes que necesitan para ser exitosos en el siglo XXI."