El presidente Peña Nieto debió haber regresado a México

Su presencia, aquí, era mucho más importante que su asistencia a los festejos conmemorativos del inicio de la masónica Revolución Francesa.

 

Aquí, la fuga del capo del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, alias "El Chapo", sumió a su gobierno en el más profundo descrédito; allá, en París, sólo fue un invitado muy importante. Nada más.

 

Aquí, la Comisión Nacional de Derechos Humanos desmintió al secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien le había responsabilizado de no permitir la colocación de un brazalete con localizador al "Chapo". Allá, la prensa de sociales exaltó el buen gusto de la esposa del presidente Peña, al lucir un elegante vestido azul, del diseñador tapatío Benito Santos.

 

Aquí, no se sabe cómo "El Chapo" se hizo de los planos del Penal de Máxima Seguridad del Altiplano. Allá, el mandatario mexicano recibió la Gran Medalla de la Sorbona, máxima institución académica francesa.

 

Lo cierto es que el jefe de Estado mexicano optó por figurar allá y eclipsarse aquí. Por algo será.