Esperemos que Videgaray cumpla

02.01.2015 14:44

El secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, se distingue por el doble discurso. Primero anunció que sólo habría un gasolinazo en 2015. Luego, metió ruido en el tema, al advertir que tiene las facultades para autorizar más incrementos a los combustibles (incluido el gas licuado de petróleo). Finalmente -esperemos que así sea- informó este 2 de enero, que ya no se autorizarán más aumentos mensuales a las gasolinas, el diésel y el gas LP.

Ya no habrá, pues, más gasolinazos en el año, a pesar de que el incremento del 1.9 por ciento que se ya aplicó a los combustibles está por debajo de la expectativa inflacionaria. Al menos ese es el mensaje que quiere transmitir el doctor Videgaray.

La medida, de entrada, nos parece buena y justa. La población no tiene culpa alguna de los errores en las proyecciones inflacionarias. Falta que la cumplan.

¿A qué obedece nuestro escepticismo? a dos factores:

1. Este, es un año electoral.

2. El seguro petrolero da tranquilidad al gobierno, al menos para los primeros seis meses del año.

Expliquémonos: el cancelar los gasolinazos es bueno. La gente lo reconocerá y lo agradecerá. Los operadores políticos del gobierno lo saben y tratarán de capitalizarlo, a favor del PRI, en las elecciones del domingo 7 de junio.

La cobertura petrolera le dará margen de operación a la SHCP por lo menos durante un semestre, tiempo suficiente para ganar votos. Luego de los comicios, ya se verá... (Quizás, ganados los comicios, cuando no haya un costo electoral inmediato, nos digan que aunque el gobierno tiene la voluntad de no aumentar los precios de los combustibles, la "volatilidad" internacional obligará a encarecerlos)

No se piense que criticamos, por criticar. Nada más alejado de la realidad. Lo que seguirá, seguramente, es que bajen un poco más las tarifas eléctricas domésticas (aunque los efectos de la reforma energética no se den, pese a que el gobierno diga lo contrario), y que el presidente Peña Nieto desatore lo que atoró, en el Senado de la República: la iniciativa para que los salarios mínimos suban a 82 pesos diarios.

De esta manera, el gobierno reformador se presentará como el bienechor de las clases pobres.

¿Qué se necesita para poder creer al secretario Videgaray y a su jefe, el presidente Peña Nieto?

Que abandonen el modelo neoliberal y adopten uno, sustentado en el mercado interno (que depende de las micros, pequeñas y medianas empresas).

Habrá tiempo, Dios mediante, de seguir con estos temas.

Hasta la próxima.