EU puede estar detrás de Tlatlaya y Ayotzinapa

02.07.2015 16:31
En nuestro artículo anterior dijimos que La ley debe aplicarse parejo. Y sostenemos lo dicho: incluso a militares que cometan crímenes, como los que se les atribuyen en Tlatlaya, siempre y cuando de veras sean responsables.
 
Por lo demás, hacemos un exhorto a la Secretaría de la Defensa Nacional a que proporcione toda la información que tiene acerca de ese caso y otro, muy delicado: el de los normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos en Iguala.
 
Es hora de que la Nación conozca la verdad y de que cese el hostigamiento ideológico y propagandístico contra el Ejército mexicano.
 
Estamos ante una campaña orquestada desde Estados Unidos, a cuyo gobierno y plutocracia lo que les interesa es la desaparición de nuestras fuerzas armadas para hacerse cargo de manera francamente descarada de la seguridad interna y de la seguridad nacional de México. Vale recordar el permiso que tienen ya los agentes extranjeros para operar armados, en nuestro territorio.
 
Las razones de los yanquis son las siguientes:
 
1. Controlar toda la Cuenca de Burgos, rica en petróleo; por eso han puesto especial empeño en desestabilizar a Tamaulipas.
 
2. Dominar el Puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán,para tratar de contener a China. La Familia y los Templarios les han sido de gran utilidad.
 
3. Continuar con el derramamiento de sangre en México, a fin de que la droga le llegue sin sobresaltos a los más de 20 millones de adictos que tienen reconocidos allá, oficialmente.
 
Vistas así las cosas, resulta que la extrema izquierda violenta y guerrillera lo que está haciendo es trabajar para el Imperio.
 
En otro artículo abordaremos el tema del sur  y sureste del país, donde México está haciendo el trabajo sucio a los Estados Unidos (en materia de contener los flujos migratorios) y donde existe una importante reserva de recursos naturales.
 
Un brote guerrillero sería el pretexto ideal para que los soldados norteamericanos se instalen en esa región del país, tan codicionada -por ejemplo- por su agua.
 
Por eso, lo reiteramos:
 
a) Es hora de que se conozca la verdad y de que cese la campaña de desprestigio contra el Ejército.
b) De que la ley se aplique parejo.