Guerrero: Narcopolítica + Nepotismo = estado fallido
Como se preveía, el Congreso de Guerrero aprobó la solicitud de licencia del gobernador Ángel Aguirre Rivero. El proceso legislativo supuso el aval de la Comisión de Asuntos Políticos y Gobernación, que preside el diputado local del PRD, Ángel Aguirre Herrera, ¡hijo del hoy ex mandatario estatal!, quien se abstuvo de participar en las deliberaciiones por motivos obvios. Pero...
Resulta que quien quedó como encargado del Despacho del Poder Ejecutivo estatal es el secretario de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, hombre cercano a Aguirre Rivero. Se infiere, por lo demás, que aunque Aguirre Herrera no participó físicamente en el debate dentro de la Comisión de Asuntos Políticos y Gobernación, del Congreso del estado, tiene la influenia suficiente como para influir en el resultado del mismo, a control remoto.
Con la salida de Ángel Aguirre Rivero de la gubernatura del estado, los guerrerenses no pueden cantar victoria, ni mucho menos. Este político dejó Palacio de Gobierno, pero su cacicazgo prácticamente está intacto, tanto en el Ejecutivo, como en el Legislativo.
Estamos ante una típica ecuación, en la que se suman narcopolítica y nepotismo, para dar como resultado el estado fallido. Los Aguirre tienen mucho control sobre la politiquería interna, mejor conocida como "grilla", pero no sobre la aplicación del estado de derecho. Los saqueos a comercios, que dieron aún más dramatismo hoy, a la crisis de Guerrero, así lo confirman.
Para que Guerrero recupere la paz, el progreso, la justicia y la libertad, se debe desmantelar todo cacicazgo, empezando por el de los Aguirre. A la par, deben destruirse los cacicazgos municipales y, por supuesto, los de la delincuencia organizada, que como hemos visto, tienen a gente muy importante dentro de la política y la función pública. No hay de otra.