Hillary Clinton nos da la razón
Porque siempre dijimos que la reforma energética estaba diseñada para beneficiar a las grandes trasnacionales y, por ende, para perjudicar a México y a Petróleos Mexicanos.
El sistema se negó a escuchar nuestros argumentos. Los calificó de mentirosos. Sin embargo, lo que publicó Steve Cuerno en DeSmogBlog, bajo el título de "Exclusivo: los correos electrónico del Departamento de Estado, Hillary Clinton, México, la Reforma Enérgetica y la Puerta Giratoria", nos da la razón.
Según esta información, lo que hizo Clinton en su momento fue promover la apertura del sector energético mexicano para beneficiar a las grandes petroleras internacionales, como Exxon Mobil, Chevron y BP (British Petroleum).
Los principales operadores de Hillary, actual precandidata presidencial demócrata, fueron:
a) David Goldwyn, primer coordinador internacional de Energía de la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, en 2009. Sobre él, según DeSmogBlog, giró la responsabilidad de concretar aquí, la Reforma Energética.
b) Carlos Pascual, quien fue embajador de Estados Unidos en México.
c) Neil Brown, actual ejecutivo de la empresa dedicada a la gestión de fondos Kohlberg Kravis Roberts, donde también trabaja, por cierto, el ex director de la Agencia Central de Inteligencia, David Petraus.
La maniobra comenzó en tiempos del sexenio del panista Felipe Calderón y se concretó con el actual presidente, Enrique Peña Nieto.
Reconocemos que lo recién descubierto no nos sorprende, aunque sí nos lastima. Digamos, por lo pronto, que ese estilo lo impuso aquí, en México, el enviado norteamericano Joel R. Poinsett, emisario muy poderoso de la Masonería estadounidense. (Por cierto, Poinsett -descendiente de los calvinistas Pierre Poinsett y Sara Fouchereau- militaba en el Partido Demócrata, como ahora lo hace la precandidata Clinton.