Islam en España; el poder de lo políticamente correcto

01.05.2016 16:20
Por: Noelia de Trastamara. 
Corresponsal BIIE en España.
 
Son muchos los años, demasiados, los que llevamos ignorando por omisión que el Cristianismo es el creador de Europa y de sus valores, que decir en España, evangelizadora de la mitad de la orbe, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio.
 
Valores  que creemos propios de la naturaleza o de la humanidad, como si ellos ya estuvieran dictaminados desde que el mundo es mundo, sin  darles el menor valor y sin caer en la cuenta de lo mucho que nos ha costado tenerlos a lo largo de los Siglos, no sólo olvidando grandes nombres de nuestra historia tales como D. Pelayo, El Cid o como sus Majestades los Reyes Católicos entre otros muchos,  que si no es poco desconocer nuestra historia y darle el valor que merece siendo los grandes olvidados e incluso odiados por cierto sector de la política Española, la izquierda, los de siempre.
 
Decía Nadiezda Mandelstam; La atracción de los comunistas por el Islam no es casual. El determinismo, la disolución del individuo en la sagrada militancia, el orden que aplasta al individuo. Todo ese les atrae más que la doctrina Católica del libre albedrío y el valor de la personalidad humana.
 
Pues bien ha favorecido sino para sus propósitos  la educación marxista implantada silenciosamente durante  generaciones en colegios y universidades, manipulando la historia hasta los albores de lo inaceptable,  convirtiendo a los salvadores del yugo musulmán en los más terribles y despiadados genocidas, y es  que como es sabido, un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla.
 
El Cristianismo es muy peligroso, y lo saben, porque nos hace individuos libres como hijos de Dios que somos, por lo que somos hueso duro muy duro de roer para aquellos que pretenden dominarnos y esclavizarnos.
 
Desde el sector de la izquierda más radical cuyo partido político encabeza Pablo Iglesias, vemos continuamente gestos pro islam, tales como negarse a firmar junto a los grandes partidos políticos del país el pacto "antiyihadista" contra Isis. Que no es otra cosa que mayor control y endurecimiento de las penas.
 
Manifestaciones contra el "racismo" y en solidaridad a las familias de los yihadistas detenidos días atrás, acusados de reclutar y adoctrinar a islamistas en redes sociales. Éstas manifestaciones se sucedían con gritos en contra de la Guardia Civil y a favor de dichos individuos. 
 
Declaraciones en las que señala, acusa y exige a España que pida perdón al Islam por la toma de Granada, a la que llama "festividad fascista" y "genocidio andaluz". Su ignorancia es de un atrevimiento que carece de toda vergüenza y sentido del ridículo. También proponen la eliminación de la fiesta de Semana Santa "porque ofende a nuestros hermanos musulmanes".
 
Hace pocos días nos enteramos estupefactos  que este año el Ramadán en España  contará con 150.000 euros de subvención municipal desde el ayuntamiento de Madrid, comandado como todos sabemos por la Señora Carmena de Podemos, que si bien esta Señora y sus continuos escándalos, da ella solita para un artículo completo y puede que hasta para cinco más.
 
Tenemos pruebas, las hay, existen, de que la Mezquita de la M-30 de Madrid, recauda fondos entre sus fieles para  el estado islámico. Esto es lo que conocemos, que será de aquello que desconocemos. Todo esto con el beneplácito del Gobierno, aferrados a lo políticamente correcto, de igual modo, todos los medios de comunicación, los cuales contribuyen a crear esa falsa moral ante el problema los refugiados, manipulando las noticias para ablandar los bobos pero nobles corazones de los Europeos, aquellos que creen todo aquello que ven, que gracias a Dios, ya son cada día menos. Sería propio no olvidar, a quien o quienes obedecen nuestros gobiernos y de quien y quienes, son las mayores cadenas de televisión.
 
Por otro lado, miramos hacia el Papado, la mayor autoridad de los Cristianos, el supuesto defensor de la fe Católica y su doctrina, el mayor Salvador de almas que aparentemente tiene la Iglesia, la cabeza visible, el que posee el trono de San Pedro. Sí, lo miramos, pero perplejos, cuando nos dice que abramos nuestras puertas a aquellos que han sido nuestros mayores enemigos, aquellos que creen salvar su alma si matan Cristianos. Aquellos que torturan, crucifican, degüellan a  Cristianos aún en estos días, mientras que yo escribo este artículo, mientras tú lo lees.  El mismo que nos pide a los Europeos en general y a las Iglesias en particular  que abramos las puertas.
 
¿Prestarles nuestros templos? ¿Permitir que se use la casa de Dios para adorar a su" Dios"? ¿Quitar crucifijos y todo cuanto pueda ofenderles como hemos visto ya en algunas Iglesias del Norte de Europa?. Sí, eso es tristemente lo que se nos propone. Tanto es así, que hemos conocido la notica apenas hace unos días atrás, en la que veíamos como  Bergoglio trajo de su viaje a Lesbos a  12 refugiados que acogerá en el Vaticano y declarándoles abiertamente; "No estáis solos".
 
Mientras, se produce la limpieza de Cristianos en Irak, Siria y en otras partes del mundo, hablamos del mayor genocidio de todos los tiempos, en el que Bergoglio "Los deja solos" a ellos sí los deja solos, ni una sola mención, ni una sola palabra  fue escuchada: "Recordemos en nuestras oraciones a estos hermanos perseguidos".
 
Ya no solo el Papa, que es sin duda, de quién más esperábamos dada su condición como tal, sino tampoco de ningún organismo internacional dispara las alarmas por la masacre a la que son sometidos a diario. ¿A qué se juega? ¿A que están jugando?.
 
Hace apenas unos días, se produjo el primer barco con la devolución de refugiados desde Grecia a Turquía. Un barco con doscientos pasajeros, en el que tan solo dos, eran Sirios. ¿Alguien duda con todos los datos que vamos conociendo  que todo esto forma parte de un plan?.  Plan cuyo objetivo es acabar con la identidad Europea y Cristiana, así como la familia y sus tradiciones. La manera más sencilla de dominar a un  individuo, es hacerlo completamente autónomo, sin amor y apego a nada. Somatizados, robotizados a un pensamiento único y a la falsa libertad que les lleva a la mayor de las esclavitudes.
 
Y ante todo esto, nos sentimos solos,  conscientes de que estamos solos en esta batalla, conscientes de que nada podemos esperar de nadie, salvo de Dios, nuestro Dios, el Dios de los Cristianos, único y verdadero, el que nos dará la fortaleza y con ella una vez más la victoria al grito de Santiago y cierra España.
 
Ahora bien, deseo dar un toque de atención en nuestros propios errores. En los días en las  tenemos muchos intelectuales, muchos estudiosos en teología, filosofía y metafísica dentro de la propia Iglesia pero sumamente ignorantes en la fe y en la verdad. Con esas falacias modernas en las que se nos dice que hay que abrirse al mundo, aceptar lo inaceptable, debilitando con ello nuestra propia identidad, destruyendo la mentalidad del Católico sobre el pecado y la defensa de la fe, con un enraizado buenísmo que nos hace permanecer inmóviles, quietos, pasmados. Justo como nos quieren ver. Creyendo el cuento de María Sarmiento en la que se nos dice que la multiculturalidad es un fenómeno que nos traerá riquezas culturales y económicas y sin olvidar insertar en la conciencia de  todo occidental, que el blanquito Europeo tiene la culpa de todos los males de este mundo, un sentimiento de culpabilidad muy enquistado ya en nuestra sociedad.   Y es que, por ignorancia perece el pueblo.
 
Quiero acabar este artículo con una frase de Hudson Taylor, que cobra mucho sentido en estos días: Se necesitan hombres amantes de la Cruz.
Efectivamente, se necesitan hombres y mujeres que amen la Cruz y la verdad rebelada por Cristo, dispuestos a defenderla sin miedo a nada ni a nadie.