Korenfeld sabe que puede reír al último

12.04.2015 11:38

David Korenfeld dejó la Comisión Nacional del Agua, pero su iniciativa de Ley General de Aguas (LGA) pudiera significarle la más dulce revancha, por no decir, la más dura venganza.

Procedamos a explicarnos:

• La Organización Mundial de la Salud (OMS), que depende de un órgano de por sí globalizador, como lo es la Organización de Naciones Unidas (ONU), establece que cada ser humano tiene derecho a un mínimo de entre 50 y 100 litros de agua, al día. La Ley Korenfeld suprime esa garantía diciendo que la autoridad suministrará “la dotación del mínimo vital”.
• Se anula el concepto de asequible, lo que elimina las contribuciones diferenciadas. Dicho de otra manera, un pobre pagará lo mismo que un usurario de clase media, media alta o alta.
• Se suprime la obligación del Estado de garantizar el derecho humano al agua, mediante la aplicación de recursos e inversiones suficientes y oportunas.
• Se libera al organismo rector del agua del deber de coordinarse con áreas científicas, para promover el desarrollo y la innovación tecnológica. La Ley Korenfeld sólo dice que dicho organismo debe "fomentar" la investigación, a cargo -se entiende- de grandes empresas.
• Para la prestación del servicio público del agua potable y drenaje se autorizaba una coordinación entre la Federación, el Distrito Federal, los estados y los municipios; la propuesta de LGA contempla, ahora, la creación de comisiones metropolitanas.
• La LGA está pensada, también, para favorecer a las grandes petroleras norteamericanas que vendrán a explotar el gas shale y el petróleo de lutitas, en los estados desérticos del norte del país.