La lección de Uber

26.05.2015 19:49

Este lunes 25, en que los taxistas registrados hicieron diversos bloqueos en la Ciudad de México, para pedir la cancelación del servicio de empresas como la de Uber, quisimos abordar uno de los autos de alquiler pintado -incluso- con la nueva cromática, muy rara, por cierto, de rosa con blanco y... ¡el chofer nos dijo que no le quedaba de camino!

Esto bastó para que entendiéramos, en parte, el éxito de Uber: lejos de negar el servicio, trata de brindarlo con eficiencia y esmero. Más caro, pero mejor que el que da la mayoría de los ruleteros.

Aclaremos: no se trata de hacer publicidad a Uber o otras empresas, que operan al margen de la ley. No. Simplemente es nuestro propósito desarrollar el tema con absoluta claridad.

Los vehículos utilizados por Uber están limpios y en buenas condiciones mecánicas; sus choferes se distinguen por la pulcriud en la presentación y el trato cordial; hasta ofrecen una botella con agua a sus pasajeros (que cobrarán al cliente, por supuesto).

Los taxis normales, en su mayoría, están descuidados, por fuera y por dentro. Los choferes -salvo muy honrosas excepciones- tripulan sus unidades hasta en pantalones cortos y camiseta. Conducen con agresividad y alteran los taxímetros para cobrar más. Ah, no olvidemos que también se ponen sus "moños" y llegan a negar el servicio. ¿Cómo no quieren, entonces, que los usuarios prefieran a Uber?

Nuestra propuesta es la siguiente: que Uber y compañías afines se registren, como debe de ser, y que sigan cobrando más caro que los "libres" normales. El público usuario escogerá el servicio que más le convenga. ¿No les parece?