La narcopolítica rebasa, con mucho, a los Abarca
05.11.2014 19:44
La captura del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y de su esposa, María de los Ángeles Pineda, es un acierto de las autoridades que, por sí solo, no resolverá la crisis de inseguridad que vive México.
Se necesita muchísimo más que esto, para recuperar la tranquilidad y el progreso honesto. Seamos explícitos:
1. José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda contaban con protectores, dentro de la política y de la delincuencia organizada. Es necesario que se actúe contra ellos, de manera precisa y contundente.
2. El de Iguala, no es el único caso de narcopolítica. ¿Cuántos municipios viven una situación parecida? Si se actúa contra Abarca y Pineda, pero se paraliza la acción contra los otros alcaldes y regidores metidos en el sucio negocio de la droga, de nada servirá.
3. Abarca y su esposa lograron huir, a pesar de estar en la mira del gobierno estatal. ¿Será que el ahora gobernador con licencia de Guerrero, Ángel Aguirre, facilitó su escape por ineficiencia, o que lo hizo por complicidad. Eso tiene qué averiguarse.
4. Michoacán es otro caso grave de narcopolítica. En este momento, el ex secretario general de Gobierno, y ex gobernador interino, Jesús Reyna, está sometido a proceso, por sus presuntos vínculos con Servando Gómez Martínez, alias "La Tuta", jefe visible de los "Caballeros Templarios". ¿No habrá más gobernadores metidos en el "negocio"?
5. El caso del ex diputado Julio César Godoy, medio hermano del ex gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, sigue vigente. ¿Será malo pensar que pueda haber narcolegisladores, tanto locales como federales?
6. La sospecha dista mucho de estar lejana del poder judicial. ¿Qué tanto ha sido infiltrado por la delincuencia organizada?
7. El hábito no hace al monje, como tampoco ser funcionario federal significa estar exento de tentaciones. Es necesaria una limpieza profunda, también, en el Ejecutivo.
Por eso, reiteramos: la captura de los Abarca no resuelve nada. De fondo hay mucho, muchísimo más. Y si no, que nos digan los tamaulipecos, que sólo salen de sus casas y trabajos cuando es indispensable, por la inseguridad.
Conclusión: la narcopolítica rebsa, con mucho a Abarca y Pineda.