La sospecha sobre los atentados de París
La sospecha es inevitable. Lo decimos porque la Unión Europea y Estados Unidos acordaron endurecer los controles migratorios, luego de los dos atentados terroristas perpetrados la semana pasada, en París, con saldo de 17 muertos.
Periodismo libre informa, en nota por separado, que las aerolíneas serán más severas a la hora de registrar a sus pasajeros, que habrá más vigilancia sobre la Internet y que se combatirá con mayor energía el tráfico de armas, en Europa.
Más allá de lo obvio de estas medidas -y de otras, que seguramente, se pactaron en secreto- lo que se esconde es un mayor control sobre las personas. De esto, exactamente, es de donde nos surge la sospecha.
El antecedente más reciente que tenemos es el del atentado del 11 de septiembre de 2001, contra las Torres Gemelas y el edificio del Pentágono. Son muchos los datos en el sentido de que Estados Unidos supo lo que se tramaba, con suficiente tiempo de antelación, y no hizo nada para evitarlo. Lo demás, ya es del dominio público, y sus consecuencias las siguen sufriendo los habitantes de Irak y Afganistán.
¿Será que los gobiernos de Francia, Estados Unidos e Israel -país, éste, que se precia de tener el mejor sistema de Inteligencia del mundo- tuvieron información oportuna y dejaron correr los acontecimientos, para justificar las nuevas medidas coercitivas contra la humanidad? Quién sabe.
Lo cierto es que so pretexto de combatir al terrorismo, restringen cada vez más las libertades humanas. Ah, eso sí, lo hacen a nombre de la Libertad y de la Democracia.