Las autoridades policíacas siguen haciendo el ridículo
29.11.2014 13:20
Dos días después de la presentación del paquete de propuestas del presidente Enrique Peña Nieto, a favor de la paz, la unidad y la justicia, la sociedad se encuentra ante otro hecho desconcertante: la puesta en libertad de las 11 personas que fueron detenidas, durante los disturbios del pasado 20 de noviembre, en el Zócalo de la Ciudad de México, acusadas de motín, asociación delictuosa y tentativa de homicidio.
También, fue liberado esta madrugada el estudiante de la UNAM que fue detenido violentamente, la tarde de ayer, en las inmediaciones de la estación Copilco, del Metro.
Recuérdese que los detenidos tras el ataque a Palacio Nacional, ocurrido el 8 de noviembre pasado, también están ya en libertad. Por eso decimos que las autoridades policíacas siguen haciendo el ridículo.
Antes de seguir, queremos aclarar que de ninguna manera pretendemos que se encarcele injustamente a nadie. No. Rotundamente, no. Lo que nos preocupa es que impere la impunidad. Nada más.
Dicho lo anterior, formulemos tres hipótesis, de por qué la Procuraduría General de la República detiene y, luego, libera:
1. El personal de la dependencia es inepto.
2. El gobierno infiltra a vándalos en las protestas, para desprestigiarlas; los detiene, para causar un efecto mediático, y luego, soltarlos.
3. Los detenidos sí tienen responsabilidad penal, pero la autoridad se doblega ante la presión de la extrema izquierda, y de la izquierda guerrillera.
Los tres supuestos son muy delicados. Veamos por qué:
a) Si el personal de la PGR es inepto, de nada –o de muy poco- servirán las reformas anunciadas este jueves, por el presidente Peña Nieto. (En el supuesto de que sean las adecuadas)
b) Si el gobierno infiltra a vándalos, quiere decir que solapa a autoridades criminales.
c) Si los detenidos tienen responsabilidad penal, pero la autoridad se doblega ante el chantaje, quiere decir que la crisis continuará, de manera indefinida. El vacío de poder, o la debilidad institucional, como usted quiera llamarle a esto, será capitalizado por la subversión y por… la delincuencia organizada.
Reflexione, también, en lo que pasó con el estudiante de la UNAM que fue detenido, ayer por la tarde, con lujo de violencia en las inmediaciones de Ciudad Universitaria, y que hoy, ya está libre. Es más, presentó una denuncia contra sus captores.
Por eso reiteramos: las autoridades policíacas están haciendo el ridículo, para satisfacción interna del Grupo Atlacomulco, el del estado de México, que quiere poner a dos de los suyos, uno en la Secretaría de Gobernación y al otro, en la Procuraduría General de la República.
Esta sería una cuarta hipótesis: que Osorio Chong y Murillo Karam sean saboteados desde dentro del Gabinete. Esto nos colocaría, de todos modos, ante una preocupante debilidad institucional.