Las jugadas detrás de la reconciliación entre Washington y La Habana
El acuerdo histórico entre el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, y el líder cubano, Raúl Castro, tiene mucho de fondo.
Enumeremos sólo dos aspectos, más o menos visibles:
1. El presidente Obama y el Partido Demócrata utilizarán el acuerdo con los Castro Ruz para tratar de contener los ímpetus presidenciales del ex gobernador de la Florida, Jebb Bush, hijo del ex presidente George Herbert Bush, y hermano de otro ex mandatario, George Walker Bush.
La comunidad cubana en Florida tiene un peso electoral y financiero específico y Obama tratará de alinearlo en beneficio de la persona que encarne la candidatura presidencial demócrata, que bien podría ser la ex secretaria de Estado y esposa del ex presidente William Clinton, Hillary Clinton.
2. Los Castro Ruz, en voz de Raúl, no tuvieron otro remedio que echarse en brazos de Obama debido a que su mecenas, el gobierno de Venezuela, la está pasando negra, por el desplome de los precios internacionales del petróleo. Las proyecciones de La Habana van -seguramente- en el sentido de que la sobreproducción norteamericana de crudo alargará esta crisis, lo cual sería muy malo para México, por cierto.
Por lo demás, hay que decir que el acuerdo con Cuba se sincroniza con la suavización migratoria de Obama. El jefe de la Casa Blanca le apuesta al voto de las minorías para que los demócratas conserven el poder.
Por lo que a los Castro se refiere, sin el rescate estadounidense será muy complicada su permanencia en el gobierno cubano. Por mucho que Nicolás Maduro apoye al Partido Comunista Cubano desde Venezuela, ese apoyo no pasa de meras palabras.
Venezuela tiene un severo problema económico interno, agravado por el desplome petrolero. El presidente ruso, Vladimir Putin, enfrenta su propia crisis. Lo que pasa con el rublo es la mejor prueba de ello.
La falta de un padrinazgo efectivo ($) explica, pues, la actitud de los Castro.
Concluyamos:
a) El dogmatismo comunista de Fidel y de Raúl tuvo que claudicar al quedarse sin sus padrinos descarados.
b) Obama da una bocanada de aire fresco al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que impulsó y no concretó su antecesor, William Clinton.
c) Más allá del lucimiento mediático, habrá que observar con mucha atención la repercusión de lo que se anunció hoy, en materia de seguridad. Dicho de otra manera: ¿Cuba será incorporada al Comando Norte de los Estados Unidos, tal y como ya le sucedió a México?
Por lo pronto, tendremos que esperar.